sábado, marzo 24, 2007

Quisiera hacer el día de hoy una mención especial a un amigo que conozco del Foro de Apogeusone.es, y que me hizo una mención el capítulo Nº4 de su Podcast "El Legado".

Magopuki, cuando quieras pásate por este rincón a dejarme tu comentario, pues. Yo te voy a estar agradecido.

Y al resto de mis lectores, pueden escuchar el podcast de mi buen amigo, haciendo un clic en el link de su izquierda donde dice "Blog y Podcast de Mago Puki", o ingresar directamente a esta dirección

viernes, marzo 23, 2007

Puta... No se como aguantan tanto... pero por problemas varios que no quisiera contar, deje botado el blog... pero ahora les dejo un capítulo nuevo, porque tengo muchas ganas de seguir escribiendo.

En el capítulo de hoy, no pondré los dibujos. Estoy buscando a alguien que sea mejor que yo para esto, así que cuando lo consiga, y escanee los trabajos, los pondré en un post aparte.

Capítulo IV
Entrenamiento de Espadachín
Cazando con Jack
Una sensación extraña

Desierto de Sathin, día 21, mes del Wyvern

Llevamos tres días de viaje, sin descanso; no sé cómo aún me quedan energías para seguir escribiendo este diario, pero qué mas da, total Jack me prometió que mañana saldremos a cazar algunos monstruos, y así aprovecharemos de practicar con el manejo de mi espada nueva.

Jack encontró unos cuantos palos secos para encender fuego, ya que ahora es de noche y hace mucho frío, menos mal que traigo puesta la capa que me regaló el capitán, ya que es muy abrigadora.

- Debes dormirte ahora, Shin. – Me dice Jack al ver que todavía estoy despierto – Mañana será un gran día y será muy agotador.

- No puedo, – Contesto – tengo que escribir.

Jack se queda mirando largo rato cómo escribo mi diario, que ya tiene una buena parte de hojas escritas. Paro de escribir un rato y me quedo observando a Jack.

- ¿Sucede algo?

- ¿Siempre llevas contigo ese cuaderno?

- Es mi diario de vida, tengo que escribir cada vez en él cuando tengo tiempo.

- ¿Y desde cuándo que empezaste a escribir?

- Desde que llegué a Mozrich.

Luego se fue a su carpa a dormir, mientras yo seguí escribiendo, después de un rato me quedé dormido, pero no había cerrado los ojos cuando rápidamente desperté y me fui para mi carpa a seguir durmiendo.

* * *

Día 22

Amanece en el desierto una vez más.

Jack calentó los panes que me dieron en el fuego y nos los comimos juntándolo con un poco de queso que mi compañero traía. Ahora que lo observo, a juzgar por su apariencia, Jack es una buena persona, es calmado, serio, algo callado (cuando no está hablando conmigo), y muy simpático. Como si no fuera él con quien luche hace unos días, parece otra persona cuando lucha.

Después de ese suculento desayuno, preparamos todo para proseguir con el viaje, pero no llevábamos ni tres horas de camino cuando iniciamos el típico diálogo matutino.

- Jack, ¿es muy largo el camino a Thremis?

- Mas o menos, a este paso llegaremos en un par de semanas o más. Debemos ir a Azeroth primero y luego a Kegaroz a buscar a unos amigos míos que quieren conocerte.

- ¿Y qué tiene de importante Azeroth en todo esto?

- Debes ir al Templo de esa ciudad, es muy hermoso, lástima que con los tiempos que estamos viviendo ahora con esos bastardos del Imperio de Serris, prohíban la entrada. El templo está dedicado a Lorden, dios del elemento Fuego.

- El Templo de fuego, ¿eh? Interesante. Y dime, ¿cómo es Thremis?

- Es el lugar más bello e inimaginable de todo el mundo de Ídem, es la capital del reino y principal enemiga del Imperio, pero tenemos aliados muy influyentes, y la reina Milena sabe cómo arreglárselas.
- ¿Y Kegaroz?

- Kegaroz es una aldea ubicada a 1 dorim* y medio de distancia de aquí, los amigos a quien debemos encontrar nos están esperando ahí.

- ¿Y qué clase de amigos son?

- Son parte del brazo fuerte del ejército de Thremis, la Guardia Lumínica, o lúminos, como se hacen llamar.

Permanecimos en silencio un buen rato y un par de horas después vimos algo que nos sorprendió. Eran monstruos, como escorpiones, pero 10 veces más grandes de lo normal.

- Antoleones. – Dijo Jack al verlos -. Es común verlos por aquí. ¿Estás listo para aprender a usar tu espada? Te divertirás un poco cazando conmigo.

- Caza de monstruos, ¿eh? Pues adelante.

Desenvainé mi espada al instante, mientras que mi compañero sacaba sus dagas de su cinto. Aprovechamos de escondernos sigilosamente en unos arbustos desérticos que había por ahí, para que los Antoleones no nos vieran.

- Pon atención, chico. – Comenzó Jack -. Lo primero que debes hacer es sostener tu espada en punta, así. – Jack hizo una mímica juntando sus manos como si estuviera agarrando un palo enorme, y luego apuntó hacia mi, poniéndose en guardia – Procura hacerlo rápido, ¿entendiste? Bueno, ahora enfunda tu espada y practica.

Y así lo hice, las primeras veces me costó hacerlo, ya que me era muy dificultoso desenvainar mi espada, luego a la tercera vez logré hacerlo sin problemas y enfilé la punta en dirección a Jack.

____________________
* Dorim: Máxima unidad de medida de Ídem. (Véase en tabla de medidas de Ídem y equivalencias con el planeta Tierra)




- ¡Bien! Has aprendido a desenvainar tu espada y ponerte en guardia. Ahora prepárate, que harás un simple ataque. Con un simple ataque practica haciendo cortes en el aire, será un poco más difícil, ya que tu espada es algo pesada, pero todos los espadachines lo hacen cada vez que prueban el arma y a la vez acostumbrarse al peso. Inténtalo y trata de no caerte.

Bueno, pues lo intenté. Las primeras veces cada vez que trataba de mantenerme en pie para rajar el aire, me caía o trastabillaba, incluso casi le corto una mano a Jack, luego tuve un poco más de cuidado y me entretuve rajando el viento con mi arma.

- ¡Lo estás haciendo muy bien! Ahora... – Continuó Jack mientras buscaba un pedazo de madera grueso entre los arbustos. – Trata de partir esto en dos partes iguales, debe ser un corte preciso y certero. ¡Cuidado con equivocarte!

Y así fue, me resultó a la primera; le di un golpe muy rápido y fuerte a la vez que en un santiamén quedó partido por la mitad.

- ¡Perfecto, Shin, aprendes muy rápido! – Exclamó Jack – Ya tenemos la leña para el almuerzo. Ahora viene la parte difícil, – Señaló a los monstruos – debemos pelear contra los antoleones si queremos cazarlos.

Entonces nos fuimos arrastrando por la arena silenciosamente; Jack me tiró arena a la ropa para que me ayudara a camuflarme (los colores de mi ropa eran de un azul muy vistoso y podrían verme), nos acercamos lentamente hasta que estuvimos lo suficientemente cerca de ellos. Eran de un tamaño impresionante, me imagino que con el tamaño de sus tenazas podrían derribar una casa entera, cosa que me dio un poco de miedo. Sobretodo cuando Jack me dijo:

- ¡Ahora, Shin, ataca a las tenazas!

Entonces di un certero golpe en una de las tenazas, pero con tanta mala suerte que se me quedó la espada clavada, y no tuve tiempo de sacarla, porque el antoleón empezó a agitar la tenaza herido, impulsándome hacia otro lado y cayendo de bruces a la arena caliente. Mientras tanto, Jack se defendía bien usando sus dagas y arremetiendo rápidamente hacia la cabeza del otro antoleón, luego fue a por el otro y logró sacarle mi espada de su tenaza, dejándolo “manco”.

- ¿Estás bien, muchacho? – Preguntó Jack una vez que se puso al lado mío y me entregó mi arma.

- Si, estoy bien; esos antoleones son muy fuertes.

- Te ayudaré a alivianarte el peso, es una técnica muy fácil y útil, que creo que sabes. Primero concentra tu Brainspirit en tu espada.

- ¿Concentrarlo en mi espada? ¿Cómo hago eso?

- ¿Recuerdas cuando lanzaste el Iceray?

- Si.

- Aquí es lo mismo, en vez de concentrar tu energía en tus manos, concéntrala en tu espada, así de fácil.

Entonces, me puse en guardia, y cerrando los ojos dejé que mi Brainspirit fluyese por mi cuerpo hasta llegar a mi espada, y cuando los abrí, observé que el filo brillaba.

- Excelente. – Dijo Jack -. Ahora estás listo para usar el “Zekhen Dash”.

- ¿”Zekhen Dash”?

- En el lenguaje arcaico quiere decir “Súper Barrida”, es simple, agarras vuelo estando en guardia y al mismo tiempo que te resbalas y apuntas dices el nombre del hechizo-ataque.

Nos pusimos al ataque entonces y empecé a correr a toda velocidad, estaba dispuesto a vencerlo a toda costa, el antoleón manco se acercaba a mi a la misma velocidad... faltaba poco para que chocáramos, ya estábamos medianamente cerca, “Apuntaré a su cabeza y lo atravesaré”, pensé y entonces enfilé la espada hacia esa dirección al mismo tiempo que me barrí por el suelo y dije:

- “¡ZEKHEN DASH!”

Lo que ocurrió después pasó muy rápido, un haz de luz me cubría las piernas, el antoleón rugía hasta más no poder y se volteaba y retorcía de dolor mientras repartía aguijonazos por todos lados (yo los esquivaba rápidamente), también vi que logré hacerle un herida bien abierta en el entrecejo que disparaba una especie de sangre morada a borbotones. Algo asqueroso pero cierto.

Jack tuvo algunas dificultades para vencer al otro antoleón, ya que sus grandes tenazas bloqueaban el Knife Storm, al final mi compañero tuvo que arreglárselas mareándolo (no se cómo lo hace para transformarse en sombra y tele transportarse, y eso que Jack no tiene sombra) para al final dejarlo muerto con el Shadowflux; no vi rastros de sangre alguna por todo el cuerpo de la criatura, pero como no se movía, ni rugía ni respiraba (se oye su respirar a la distancia), era deducible que el antoleón estaba muerto.

- ¡Shin! – Gritó Jack al ver lo que me sucedía - ¡Aprovecha su herida para usar el Lightning Slash, concentra tu Brainspirit y trata de partirlo en dos!

Corrí hacia donde estaba la herida esquivando uno que otro aguijonazo, mientras concentraba toda mi energía una vez más en mi arma; cuando estaba listo, salté al mismo tiempo que gritaba:

_ “¡¡¡LIGHTNING SLASH!!!”

Y de pronto, el cuerpo de la criatura se empezó a abrir en dos partes iguales, jamás creí que iba a hacer capaz de hacer algo así usando la legendaria espada de Longinus, fue impresionante. Entonces, para rematarlo (más bien para asegurar), usé el Phyrialix hasta dejarlo bien quemado.

- Excelente idea de usar ese hechizo de fuego, Shin. – Comentó Jack -. Así no tendremos que asarlo y preocuparnos por el veneno. ¿Te parece si almorzamos?

- Buena idea, estoy cansado.

Y así, nos pusimos en camino hacia nuestro pequeño campamento ubicado a pasos de aquí, trayéndonos consigo a los dos antoleones. Me sentía algo agotado, ya que nunca había usado tanto mi Brainspirit desde que luché con Jack, y ahora, luchando contra estos monstruos... estoy realmente impresionado, me pregunto si soy capaz de hacer eso y mucho más y que si sé más hechizos/ataques como los que hice hace un momento.

- Jack, ¿Cómo le hiciste para matar al antoleón que enfrentaste sin siquiera herirlo?

- Que bueno que me lo preguntas muchacho, el hechizo Shadowflux tiene en algunas personas y criaturas un efecto secundario, que es la supresión de almas.

- ¿A qué te refieres con...?

- El hechizo es más bien una trampa que un simple ataque, una vez que la masa oscura te atrapa, puede elegir entre capturar tu alma y suprimirla del mapa, o simplemente mantenerte atrapado, en una masa de la que es imposible zafarte.

- Que técnica tan cruel.

- No subestimes el poder del elemento oscuro. Bueno, comamos.

La carne de antoleón sabía exquisita, crujiente y suave al paladar, sabe como a jaiba (si es que comí una vez eso, no lo recuerdo), pero aun mejor. Jack me contó que algunos cocineros de Thremis conocen distintas técnicas para sacarle el veneno, y entre ellas está quemarlo hasta que el líquido se diseque, cosa que hice yo hace un rato; otra técnica que me contó Jack era que los cocineros partían en dos partes el duro aguijón con un machete bien afilado, y luego tanto el cuerpo como el aguijón lo exprimen para echar el líquido en unos frascos, una vez que le hayan sacado todo, el cuerpo lo muelen en unas trituradoras artesanales para luego hacer pasteles de antoleón, un exquisito manjar de reyes.

- ¿Y qué hacen con los frascos de veneno? - Pregunté

- Los venden a los alquimistas, y a buen precio. Hace unos años descubrieron que si los juntan con unos químicos que no me acuerdo cuales son, se puede utilizar como fertilizante para plantas. Mientras que algunos elfos de la aldea de Kaesian, al noreste de aquí la utilizan como medicina para el estómago.

- ¿Y cómo lo hacen para que el veneno no les afecte?

- No lo sé.

Seguimos comiendo tranquilamente. Eran más o menos las 26:45, según vi en un reloj que traía Jack. Mi compañero lucía tranquilo, tan callado como siempre, y el calor inmenso del desierto parecía no afectarle en absoluto. De pronto, sentí algo que llamó total y absolutamente mi atención: escuchaba ruidos extraños, como rugidos cortos, sonidos de “Claps” y patas arrastrándose por el suelo; una sensación extraña, por decirlo así.

- ¿Qué te pasa, Shin? – Preguntó Jack, al notar que estaba nervioso e inquieto - ¿Estás bien?

- ¿Escuchaste eso?

- ¿Qué cosa?

- Nos están observando.

Jack miró a todos lados como queriendo encontrar algo o a alguien; estuvo así largo rato sin ver nada, al final lanzó una carcajada y me palmeó el hombro diciendo.

- Parece que el calor desértico y las tormentas de arena afectaron a tu mente mucho más que a tu memoria, muchacho. Bueno, volveré a mi carpa, es hora de una buena siesta.

Así que lo vi alejarse de su carpa, riendo para mis adentros, aunque aún no me convencía de lo que estaba sucediendo. Sabía absolutamente lo que escuché, y les puedo jurar que me puse nervioso y mis pelos se erizaron. Hice bien en decir que aquello fue una sensación extraña, así que decidí mejor agarrar mi diario y ponerme a escribir en él un rato para relajarme.

* * *

46:28 hrs. Según el reloj de Jack

Ya es muy de noche, aunque el tiempo se me hizo corto escribiendo lo que pasó hasta ahora, así que voy a aprovechar de terminar de escribir lo que pasó hoy para ir a dormir.

Rato después de que Jack se fuera a dormir y escribiera mi diario, pasaron unas cuantas horas hasta que escuché de nuevo el ruido extraño; al principio lo ignoré, creyendo que se trataba de mi imaginación, pero horas después volvió el mismo ruido, pero esta vez acompañado de un sonido gutural, escalofriante y frívolo, cosa que me hizo temblar un poco.

Ya no podía más, tenía que enfrentar mis temores, así que fui a donde estaba Jack y noté que aún seguía durmiendo, luego saqué un pedazo de antoleón y me lo comí, para que no me diera hambre en el camino, y por último desenvainé mi espada y me dispuse a seguir la huella para saber de donde provenía ese extraño ruido.

Me escondí por varios arbustos desérticos y avanzaba sigilosamente, me tiré arena en la ropa para camuflarme, tal cual como Jack me dijo que lo hiciera, y repté por la arena en silencio para que nadie me viera, si es que alguna cosa o algunas personas se movían por ahí.

Avancé unos cuantos korim, y de vez en cuando sacaba la cabeza por los arbustos lentamente para mirar si había algo. El ruido se hacía cada vez más fuerte y escalofriante a medida que me acercaba, hasta que de pronto, los vi.

Eran antoleones, cinco de ellos, en posición de ataque (creo, por su posición y comportamiento amenazador) y observando el campamento que teníamos Jack y yo, y sobre todo observaban al cadáver del otro antoleón muerto que Jack había vencido. “Estarán planeando su venganza”, pensé, “Debo impedirlo a toda costa”. Avancé un poco más para mirarlos fijamente, y observé algo que me impresionó y asustó. De los cinco monstruos que había ahí, uno era más enorme y gigantesco que los demás, era él que transmitía ese ruido gutural y quien dirigía todo el asunto. “Ese debe ser su rey”, pensé, “Por todos los dioses, ahora sí que de esta no me salvo”.

Uno de los antoleones estaba mirando fijamente al arbusto, fue ahí cuando me agazapé bien oculto entre los arbustos y me abstuve de respirar para que no me sintieran, pero tuve tanta mala suerte que un grano de arena se me metió por la nariz y estornudé bien fuerte, cosa que advirtió a los antoleones y a su rey de mi presencia en el lugar.

Las criaturas se acercaron en tropel a mi escondite, así que salté y le di el Lightning Slash, al que tenía más cerca y le rompí una tenaza, éste ultimo empezó a lanzarme aguijonazos mientras los otros atacaban con sus tenazas; el rey permanecía quieto, con su aguijón erguido, esperando algo.

Los antoleones atacaban sin parar, no tenían piedad (si es que la conocían), y yo mientras tanto me defendía una y otra vez, sin tiempo de atacar o de usar un hechizo/ataque (que es como Jack me dijo que llamara a las técnicas de Brainspirit que usan los practicantes), cuando podía me abría paso embistiendo con mi espada, pero cada dos por tres me rodeaban y seguían atacando. Ya llevaba dos criaturas con las tenazas cortadas y uno sin aguijón cuando observé el del rey, vi que la punta de su enorme aguijón, donde almacena el veneno desprendía un brillo, un extraño brillo café rojizo que se acumulaba de a poco en ese punto y que se iba haciendo más grande a cada minuto. “¿Qué es eso?”, pensé, “¿Acaso los monstruos también usan Brainspirit?”.

Algo tuvo que interrumpir mis pensamientos, y por una buenísima y poderosa razón, ya que en un abrir y cerrar de ojos, el antoleón rey apuntó su aguijón en dirección al campamento. “Jack está en peligro”, pensé, “¡Maldición, debo advertirle! Pero, ¿cómo lo hago para hacerlo a tiempo antes de que dispare esa cosa?”. De pronto, sin pensarlo siquiera, el instinto me dominó igual que como lo hice con Jack hace días y junté mis manos concentrando mi energía; entonces, apuntando a la cola del rey grité:

- ¡¡¡LIT-BOLT!!!

De mis manos salió un sonido como si me electrocutara, y un rayo de luz salió de ellos; afortunadamente para mí, el rey se dio la vuelta y el disparo le llegó a los ojos, dejándolo ciego y logrando que detuviera su ataque. Era mi oportunidad, así que corrí a más no poder abriéndome paso a filo de espada, ya que las criaturas me cerraban el paso. Una vez llegué al campamento, me dirigí a la carpa de Jack y lo sacudí fuertemente.


- ¡Por Malignatus*, Shin! ¿Qué rayos te pasa?

- ¡¡¡Abandona tu carpa ahora, nos atacan!!!

- ¿Y quién nos ataca?

- ¡Antoleones, idiota! Su rey está con ellos y si no te mueves... ¡Kaboom!

Jack se levantó de prisa, no sé como lo hizo pero en dos segundos tomó su par de dagas (sus armas predilectas), su abrigo, su capa y su sombrero. Un hombre normal lo habría hecho en más tiempo, pero cuando mi compañero se transforma en sombra, es más rápido que la luz.

Una vez afuera nos acercamos a los monstruos armas en mano, pero nos detuvimos porque el rey, que seguía ciego, mandaba aguijonazos a todas partes y golpeaba con sus tenazas sin darse cuenta que él mismo mataba a sus compañeros “mandándolos a volar” como me susurró Jack hace rato. Después de unos minutos, recuperó la vista y se dispuso a cargar su energía en la punta de su aguijón.

- Oh, oh... – Comentó Jack – Esto no se ve nada bien.

- ¿Qué va a...?

- ¡¡¡CUIDADO!!!

Apenas alcancé a ver que el rey disparó su “rayo de energía” cuando Jack me empujó hacia el suelo para que no sufriera el daño (estuvo cerca), cuando nos pusimos de pie observé que el daño que había causado era enorme. Dejó la embarrada.

- Jack... – Titubeé – El campamento... la fogata... se incendia.

- Ese antoleón desgraciado.

____________________
*Malignatus: Dios de Ídem, representa al Elemento Oscuridad (N. del A.)

Justo en ese momento el enojo, el instinto y la adrenalina se apoderaron de mí ser y eché a correr en dirección al campamento, Jack salió tras de mí y me detuvo en pleno camino.

- ¿Se puede saber qué rayos vas a hacer?

- Punto Uno: Salvar el campamento. Punto Dos: Tengo una idea.

Junté mis manos y concentré mi Brainspirit, lancé el Iceray y noté que todo estuviese totalmente congelado, luego giré apara observar el inmenso bloque de hielo que se formó en lugar de la fogata.

- ¿Sabrías decirme cómo podría romperla? – Pregunté a Jack.

- Hay una técnica... – El rostro de Jack se ensombreció un poco, pero al mirarme desapareció - Muy pocos espadachines la saben, porque es muy poderosa, es capaz de hacer que tu espada sea de triple filo y si se la maneja lo suficientemente bien, sería capaz de partir una montaña en dos. La llaman... Retort.

- ¿Y cómo podría ejecutarla? – Pregunté.

- Ah, este muchacho. – Sonrió socarrón y continuó -. Punto Uno: Ponte en guardia y agarra vuelo. Punto Dos: Salta lo más alto que puedas. Punto Tres: Mientras estés en el aire, concentra tu energía en tu espada mientras la giras como si fuera una vara, cuidado con cortarte los dedos, y Punto Cuatro: ¡¡¡Ataca!!! Es una técnica muy difícil, pero sabiendo que tú eres el Elegido de Gaios, no te costará nada.

Y así, me puse a correr en dirección a los bloques grandes de hielo (las carpas congeladas) y agarré vuelo de ahí; apenas salté, empecé a girar mi espada lo más rápido que pude mientras concentraba mi energía y gritaba el nombre del hechizo/ataque. Por poco fracaso, pero el ataque fue un éxito, corté la fogata congelada en varias partes hasta que se convirtieron en pequeños pedazos filosos de hielo.

- ¡Ahora Jack! – Grité - ¡Lanza tus cuchillas! ¡¡Levitenz!!

- Tu lo has querido, maldito antoleón... ¡¡Knife Storm!!
Entonces, vi como los pedacitos de hielo que hice levitar, junto con las dagas que se multiplicaban de Jack, se dirigían directamente al rey antoleón dejando un círculo de humo. Cuando se disipó, notamos que no se movía, ni respiraba y que tenía las tenazas y el aguijón hecho trizas. Los dos lo habíamos vencido.

- ¡Por todos los dioses! – Comenté, mientras me tumbaba en el suelo al llegar al campamento - ¡Ese combate fue increíble, podría estar luchando todo el día pero estoy muy cansado!

- Esto es sólo para que te acostumbres, muchacho. Luego vendrán más combates... Y no solo combates, habrán batallas... ¡Guerras! Y cada una será más dura y cruel que la otra.

- Me lo imagino.

- ¿Cómo se te ocurren ideas tan geniales?

- No lo sé. ¿Y tú como lo haces para convertirte en sombra, si tú no tienes?

Esa pregunta que le hice lo pilló por sorpresa, observé fijamente que la expresión de su rostro cambió de emocionado a sombrío, y el brillo de la noche (¿Mencioné que ya era de noche? Perdónenme si lo olvidé) reflejaba la blanca piel de su rostro mientras se tapaba los ojos con su sombrero y su capa cubría su pecho.

- Creo... que es mejor que no lo sepas todavía, Shin.

Me puse de pie y me dispuse a encender el fuego, como los palitos estaban a medio congelar, usé el Phyrialix en ellos; los prendí bien fuerte para así aprovechar de que el fuego derritiera las carpas y se secasen. Mientras esperábamos, nos comimos lo que quedaba del segundo antoleón que matamos en el día y cogimos otros tres para el camino, ya que según Jack, llegaríamos a Azeroth dentro de dos días.

Terminamos de comer y me puse a caminar un poco alrededor del campamento, respirando el frío aire desértico nocturno, y reflexionaba acerca de las muchas cosas increíbles que hice hoy, y pensar que puedo hacer eso y mucho más... Sentí una mano fría en mi hombro, mientras apoyé un pie sobre una roca, me volteé; era Jack que me sonreía al tiempo que me hacía señas para que conversara con él.

- ¿Qué pasa, Jack?

- Bueno... Supongo que estás bastante relajado respirando el aire fresco, así que quise acompañarte. Las carpas no se secan todavía.

- Pues ven.

- Shin, me gustaría decirte una cosa, algo muy importante.

- ¿Qué cosa?

- Que si necesitas algo, ya sea ayuda o lo que sea... Puedes confiar en mí, Shin. Seremos buenos amigos de ahora en adelante.

Miré fijamente a Jack que me palmeaba el hombro, uno de sus ojos brillaba y me observaba, mientras su capa flameaba el viento tenue que fluía; me dio un poco de miedo, ya que tuve la misma sensación que sentí cuando se me presentó aquella ocasión en el escenario de la Posada del Diamante esa noche. Y pensar que ese hombre de 20 años con el que luché se convertiría casi de un día para otro en mi “amigo”, así que no tuve más opción que estrechar su mano y aceptar su muestra de amistad. Entre risas, ese apretón de manos se convirtió en un abrazo fraternal, fue un momento bonito, que creo que voy a dibujarlo, aunque sea el momento anterior a ese abrazo.

Luego de ese abrazo, volvimos al campamento y comprobamos si las carpas estaban secas. Bueno, no lo estaban del todo, aunque igual se podía dormir dentro de ellas, así que decidimos que llegando a Azeroth compraríamos carpas nuevas.

- Jack, ¿podría preguntarte algo antes de que se me olvide?

- Dime.

Estaba aún asombrado y ansioso por saber cómo lo hizo el antoleón rey para almacenar tamaña cantidad de energía en la punta de su aguijón, así que se lo pregunté.

- Verás, Shin. Los dioses le enseñaron el Brainspirit a Gaios, como un regalo de ellos por haber sido tan generoso con unos dragones a los que cuidó desde que eran unos huevos. Cosa que deberías tomar como obvia. Si los dioses crearon esta sabiduría mágica, es obvia la idea de que Ídem y toda materia que está sobre ella fue creada por el Brainspirit.

Rato después, Jack se fue a dormir. Yo aproveché de escribir mi diario para relatar lo que pasó hoy, vuelvo a la carpa de Jack y observé su reloj, eran las 48:50 hrs. Ya es muy de noche, así que me voy a dormir, mañana me espera otro día, que quizás no será tan pesado.


(Se nota que lo puse a la rápida, ¿verdad?)

sábado, marzo 03, 2007

Aviso:

1.- Volvíiii!!! y ahora con internet nuevo (Telefónica, o mejor dicho Timofónica, volvió loca a mi madre, ahora tengo VTR).

2.- El capítulo siguiente lo subiré mañana. Wii ¿los echaban de menos?

3.- Debido a que hace dos días que entré a clases, no me voy a conectar mucho a internet, pero no por eso voy a dejar de escribir y subir capítulos nuevos.

4.- Los que ya conocen este blog, aprovechen de recomendarselo a sus amigos, en post próximos haré una dedicatoria a todos los que me leen y los que próximamente me leerán.

Bueno, hasta el post de mañana!!

jueves, febrero 08, 2007

Bueno, amigos lectores, aprovecho para decirles que.... Me voy de vacaciones!!!

Dejaré botado el blog hasta mi regreso, que puede que sea a principios de marzo, no sé, pero les aseguro que voy a regresar con más capítulos y más de mis pensamientos.

Nos vemos!!!

lunes, febrero 05, 2007

Capitulo III
Visita al alcalde
El festival del Bakrash.
La legendaria Espada de Longinus.

Mozrich, día 16, mes del Wyvern*

Hace dos días que no escribo mi diario, he estado muy ocupado, pero ahora he pedido permiso a mi jefe para que me deje darme todo el tiempo que quiera para ponerme a escribir antes de irme del pueblo. Y no es que me hayan desterrado de este pueblo también, ni que haya cometido algo grave, de eso nada, es que... es algo que mejor explicaré desde que me levanté en la mañana.

El día estaba soleado, las aves del desierto de Sathin graznaban contentas mientras buscaban comida, y afuera, en la calle principal el silencio típico se convirtió en alboroto porque la gente estaba preparando todo para el festival. Cuando bajé a desayunar, el Señor Bannon se sorprendió al ver que “me levanté temprano” (y eso que siempre me levanto a esa hora), y me preparó una tarta de frutillas con jugo de cerezas. Era lo menos que podía hacer el por tener un asistente tan eficaz como yo, según me dijo.

- Probablemente no veas mucho entre el público y la gente que participará. – Siguió contándome –. Soy el aguador de los conductores de carros, lo he sido desde mi infancia... Sabes, me recuerdas a mi cuando tenía tu edad.

- ¿Por qué?

- Porque eres servicial con la gente, Shin. Tienes ese don que hace que la gente crea en ti y se mueva como nuestro planeta tal como lo hacían los dioses cuando existían en este mundo. En los tiempos en que estamos viviendo ahora, la gente como tú nos hace mucha falta.

- ¿A que se refiere con eso de los tiempos?
____________________
* En Ídem, el mes del Wyvern es el cuarto mes del año. (Véase Tabla de Tiempo en Ídem y equivalencias con el planeta Tierra)
- Ahora vivimos en un mundo de opresión y oscuridad, Shin. Es largo y difícil de explicar para un muchacho de 16 años como tú. – El rostro del Señor Bannon se ensombreció un momento, pero cambió de expresión súbitamente. –. Pero cuando partas de aquí e inicies tu viaje por el mundo, quizá, lo sepas.

Rápidamente se comió el trozo final de la tarta cuando se paró de la silla y se acercó a la puerta mientras se despedía. Aproveché entonces de salir un rato afuera y caminar un poco. La calle principal era la que más movimiento tenía, gente que se movía de un lado a otro esperando a que llegara alguien (no sabía quien era en ese momento), gente que se amontonaba para alcanzar los primeros puestos para ver el desfile y más gente que cerraba sus negocios por el día.

Me alejé de la calle principal y giré a la izquierda por una calle angosta; el ambiente estaba muy silencioso, y podía notar que no había nadie en las casas. “Increíble”, pensé, “que tanta gente en el pueblo se reúna una vez a la semana para esto, y en esta solo lo hacen por mí”.

Más adelante había una bifurcación, tomé el lado derecho y seguí unos cuantos korim* hasta que desembocó en una calle más abierta que terminaba por la derecha a los muros del pueblo y por la izquierda, lo único que se hacía notar era un enorme edificio, que podría ser un palacio, de no ser porque estaba construido por troncos de palmeras, techo de paja y bloques hechos de barro desértico pegados con cal, un deleite para los ojos al ver la forma en la que estaba construida. Esto me llamó mucho la atención, así que me acerqué al edificio con pasos calmados; a medida el edificio se hacía mas visible, unos guardias que vigilaban la puerta conversaban en voz baja, y cuando me vieron pasar, me hicieron señas de que parase y se acercaron a mí.

- Tú debes ser Shin, el bakrash de esta semana, ¿no? – Preguntó el primer guardia que se acercó.

- Si, el mismo.

____________________
* Korim: Unidad de medida de Ídem, es la de menor valor, equivalente a 1.25 metros terrestres. (Véase Tabla de Medidas de Ídem y equivalencias con el Planeta Tierra)


- Debes acompañarnos entonces. – Sentenció el segundo guardia, que llegó tras el primero –. El Alcalde de Mozrich te está esperando.

Entonces me tomaron gentilmente de los brazos y entramos por la puerta del edificio que, según pude ver en un cartel antes de entrar, era el Centro Cívico del pueblo. La mayoría de ciudades o pueblos tiene uno, y está bajo las órdenes de un alcalde que nombra el pueblo y jura lealtad a las autoridades reales, según me dijo el primer guardia mientras le preguntaba (no recordaba lo que era, por eso pregunté). Avanzamos por un amplio pasillo y subimos unas escaleras hasta un tercer piso, luego seguimos avanzando por otro pasillo un poco más estrecho hasta llegar al final.

- Espéranos aquí un momento. – Dijo el primer guardia –. El Alcalde no tardará en recibirte.

Me dejaron solo unos largos minutos (¡Menos mal que el día tiene 50 horas!), pero rápidamente abrieron la puerta haciéndome señas para que pasara. Entré cautelosamente, tratando de no tropezar ni nada que cause ridículo y entonces vi sentado en una silla ante una mesa grande, a un señor de unos 40 años de edad más o menos, con la frente clava, ojos oscuros, bigotes, arrugas, robusto y alto, que me miraba calurosamente.

- Entra muchacho, entra y siéntate. – Me dijo, una vez que lo hice avisó a los guardias que volviesen a sus puestos, quería que esta conversación fuese en total privacidad.

- Señor Alcalde... – Quise dar inicio a la conversación, pero las palabras no salían de mi boca, estaba nervioso, ya que era la primera vez desde que tengo el poco de memoria, que hablaba con alguien “importante” –. Usted me necesitaba para algo, ¿no?

El alcalde notó mi nerviosismo, porque sonrió y me puso una mano en el hombro.

- Relájate, aún quedan unos minutos para que se dé inicio al festival, y quisiera aprovechar este momento para saber del pequeño forastero que hizo furor entre los Mozrichenses, desde que llegó y capturó a Jack Sin Sombra usando tus extrañas cualidades contra las de él.

- Es Brainspirit, señor.

- ¿Brainspirit? ¿Te refieres a esa sabiduría mágica que controla los elementos, creada por el legendario Gaios, y que el Imperio considera una ciencia oculta y semi obsoleta?

- Ni siquiera sabía que tenía estos poderes, señor, es más, apenas los recordaba, no sabía que había un imperio tampoco.

- ¿Estás bromeando? – Bramó el alcalde, poniendo cara de no creer nada de lo que decía –. A tu edad, muchacho, deberías estar conciente de todo esto, ¿cómo es que ni siquiera sabes que el corrupto Imperio de Serris está intentando hacer que todas las sabidurías mágicas, desde eso que tú llamas Brainspirit, hasta la alquimia desaparezcan del mapa, y que nuestro aliado, el Reino de Thremis, al sur de aquí, está intentando protegerlos a todos, con el riesgo de que pueda comenzar una cruel guerra?

Al escuchar las palabras del alcalde, mi cabeza empezó a dar mil vueltas, “A esto se refería el Señor Bannon con eso de los tiempos difíciles en los que está pasando este planeta”, pensé. De pronto, vi cómo mi mente se transportaba a un lugar que me parecía familiar... ¡Era el mismo día y lugar donde fui desterrado! Sólo que había algo más extraño, algo que antes no recordaba y que con estas lagunas mentales podía observar con toda claridad. Era un hombre, no podía verle el rostro, porque llevaba una armadura completamente negra y completamente blindada, con una capa roja y una espada completamente oscura, lo único que podía ver de su rostro eran sus ojos... Eran de color rojo, brillante, penetrante y frío; y su voz... parecía que podía escuchar su risa maligna y sus palabras que sonaban como de ultratumba: “Muerte a los traidores, muerte a los infieles practicantes”. Sentí miedo, y me dolía la cabeza.

Cuando volví a la realidad, el alcalde me sacudía fuertemente y me preguntaba qué me pasaba, sacudí un poco la cabeza para calmarme un poco y dije:

- Señor alcalde, por favor... Esto es tan confuso, he perdido la memoria vagando por 50 días en el desierto y apenas recuerdo el día en que me desterraron sin razón alguna.

Al oír eso, el rostro del alcalde se ensombreció un rato, y luego volvió a su gesto amable.

- ¿Sabes de donde vienes? – Preguntó, ya más calmado.

- No lo recuerdo, solo sé que durante todo este tiempo he caminado hacia el sur hasta que di con este lugar, de no haber sido por el oficial Aron, quizá hubiera muerto.

- ¿Y qué es lo que recuerdas?

- Bueno, sé que me llamo Shin, no recuerdo mi apellido; recuerdo el día en que me desterraron de mi hogar, no me acuerdo donde; y además uso el Brainspirit, cosa que recordé cuando hice levitar el jarrón en la Posada del Diamante, y mejoré con la práctica en la noche que capturaron a Jack. – Al decir ese nombre, algo vino como un flash a mi mente, porque dije: - Hablando de él, la noche en que combatimos me puso un epíteto raro... Me llamó “Elegido de Gaios”.

El alcalde me lanzó una mirada escrutadora antes de continuar hablando, revisó todas las facciones de mi cara. No soy muy bueno para el dibujo pero intentaré dibujarme.

Free Image Hosting at www.ImageShack.us


Dibujo horrible, ¿no? Pero así soy yo, además, puedo mejorar. *
____________________
* El autor no se hace responsable por las críticas acerca de los dibujos de los personajes. Es más, por si las dudas, reconoce que dibuja pésimo.

Luego de que me mirara la cara me dijo que me pusiera de pie y empezó a revisarme con la mirada, comprobó lo alto que era (me faltan tres palmos más o menos para medir dos korim), que no era muy corpulento ni macizo que se pueda decir, y todo esto mientras susurraba “Imposible... Esto no puede ser”.

- Disculpe, señor alcalde. – Le contesté con altivez, me estaba poniendo nervioso –. Me está poniendo incómodo con su constante “curiosidad”, ¿me podría decir qué es lo imposible?

En ese instante, el alcalde empezó a contarme una historia muy bonita, se trataba de un hombre llamado Gaios que venía probablemente de un sitio que no aparece en el mapa (Unknown Territory, como suelen llamarlo), de cómo viajó a un planeta llamado Tierra, de cómo los terrícolas colonizaron nuestro planeta e intercambiaron cultura con los Idemianos, de cómo enseñó el Brainspirit, de la Primera Rebelión, de una espada legendaria y de una profecía que según los monjes de los templos dedicados a los dioses elementales (hay 1 por cada elemento y con Gaios son 10). Al final de la larga historia pregunté

- ¿Y que tiene que ver todo esto conmigo?

- No lo sé; hay algunos fanáticos de la fe que dicen que la profecía está empezando a cumplirse, eso lo ignoro totalmente. Pero si Jack Sin Sombra te llamó “Elegido de Gaios”, creo que deberíamos hablar con él, ¿tienes pensado ir al interrogatorio después del festival?

- Si, Señor Alcalde.

- Pues me parece perfecto, así podremos aclarar todas tus dudas.

En el mismo instante en que terminamos esta larga conversación, uno de los guardias que anteriormente me condujo hasta allí, apareció en la sala.

- Señor Alcalde, - Dijo el guardia, después de la correspondiente reverencia –. ya está todo listo para que comience el festival, los pueblerinos están esperando la presencia de ambos.

- Entendido, - Respondió el alcalde -. ¿tienes preparada la carroza?

- Solo llegar y subir, e inmediatamente partimos a la plaza pública, señor.

- Perfecto. – Sentenció el alcalde mientras me dirigió la mirada haciéndome señas de que viniese con él -. ¿Vendrás conmigo, Shin?

- Como usted mande.

Tan poco nos demoramos en bajar las escaleras y subir a la carroza, que en cinco minutos llegamos a la pequeña plaza pública de Mozrich. Había mucha gente esperándonos parada en la acera; otra mas formada para el desfile, esperando el comienzo, algunos guardias que no participaban del desfile que imponían el orden y unos pocos músicos que le ponían algo de ambiente a la ceremonia.

El pueblo estaba reunido alrededor del centro de la plaza donde nos instalamos, mientras un griterío de júbilo, vítores y aplausos nos recibieron en cuanto nos abrimos paso. El alcalde una vez se subió al “podio” (nada más era una pequeña construcción en forma de cúpula, donde los pocos nobles más el alcalde se dirigían al pueblo), hizo señas con las manos para que la muchedumbre se callase, pero al no hacer caso, un oficial que estaba mezclado entre ellos, subió al podio y aclarando su garganta gritó:

- Necesito su atención, por favor. – Al ver que parte del bullicio aminoró, el oficial repitió más fuerte -. ¡Su atención, por favor! – La muchedumbre cesó de súbito -. El señor alcalde dirigirá unas palabras para inaugurar el festival.

La gente permaneció en silencio, obviamente, quizá por miedo a aplaudir al alcalde que ahora aclaraba la voz para que los hiciesen callar de nuevo.

- ¡Pueblo de Mozrich! – Comenzó su discurso -. Como cada semana nos reunimos justamente aquí, en esta plaza que nosotros mismos hemos construido, en este mismo pueblo que nuestros ancestros crearon y que por generaciones hemos cuidado con un solo propósito: El de cuidar de aquellos forasteros perdidos en el desierto, ayudarles en todo lo que podamos hacer para que cuando continúe su viaje, lo haga contento y con el bello recuerdo de un pequeño pueblo que dio su vida por su bienestar. – Guardó silencio un rato, hasta ahora las palabras del alcalde me habían parecido muy emotivas -. Y ahora, nosotros seguiremos esa costumbre, y por medio de esta gran fiesta, los quiero invitar a que hagan feliz a este joven que está conmigo. – Me hizo señas para que me acercara. -, que gracias a su humildad y su valentía, ha logrado que recuperemos la tranquilidad que siempre nos ha caracterizado. Y ahora, antes de que iniciemos el momento que todos estamos esperando, me gustaría que Shin, nuestro bakrash, único jurado de la competencia de carros alegóricos, y héroe del pueblo, les dirigiese unas palabras.

Al escuchar la última frase, se me pusieron los pelos de punta... Nunca antes había hablado ante tanta gente, cosa que me puso muy nervioso. Conté las cabezas con los ojos, eran como unas 3000, contando las personas que estaban alrededor del podio, las que estaban en la plaza, las que estaban detrás y las que miraban desde las ventanas y las azoteas de sus casas.

- ¿Nunca habías hablado ante tanta gente, Shin? – Me preguntó el alcalde, que ya había notado como tiritaba de nervios -. Es fácil, respiras hondo al principio cerrando los ojos y luego exhalas al mismo tiempo que los abres, mientras te imaginas a la multitud en trapos menores. Nunca falla.

Intenté decir “Gracias”, pero el habla no me salía. Hice lo que el alcalde me dijo, me costó un poco imaginarme a la gente semi desnuda, pero ya me sentía más relajado.

- Amigos y pueblo de Mozrich. – Comencé -. Me es muy grato estar aquí como anfitrión de este festival, quiero que sepan que nunca antes conocí a gente tan cálida, gentil y simpática como sus habitantes, o sea ustedes; y que si pudiera me quedaría aquí para siempre, lástima que dentro de unos días partiré. Bueno, ahora con la presencia del señor alcalde y de todos ustedes, los invito a dar inicio al festival del bakrash.

Al terminar, la gente me aplaudió bien fuerte y me vitoreó. El alcalde me guió hasta una silla en una tribuna para observar atentamente el desfile, mientras el se sentaba al lado mío.

La comparsa estuvo muy entretenida, los alfareros y pocos orfebres del pueblo construyeron un jarrón gigante con incrustaciones de joyas y piedras preciosas, y lo transportaban en su carro mientras bailaban al ritmo de la música. Luego venían los representantes del sector norte que para mi sorpresa hicieron un carro alegórico con la forma de mi cabeza, muy bonito. Después los del sector sur hicieron una especie de dragón negro, el señor alcalde me dijo que así era más o menos King Eaco, el rey oscuro enemigo de Gaios en la Primera Rebelión. Luego los del sector este con el oeste adornaron una carreta con flores muy preciosas mientras unas chicas las lanzaban al público que observaba la escena; el alcalde me dijo que esas flores las trajeron de Thremis, ya que como estamos en pleno desierto, no florece mucho aquí. Posteriormente, los panaderos hicieron un pastel gigante de cartón con una vela encendida; parte del acto incluía que usara el Iceray sobre la llama para apagar la vela. Y por último y lo que más me impresionó, fue el carro alegórico de la policía, que hicieron una figura de mi en tamaño natural juntando las manos a punto de lanzar un hechizo. Muy impresionante, cosa que hizo que ganaran el festival.

Cuando todo terminó (eran las 20:15 de la mañana)*, fuimos con el señor alcalde, Aron y el capitán Bertonius a la cárcel, ya que había que hacerle el interrogatorio a Jack.

- Jack Sin Sombra – Comenzó el capitán -. ¿Seguro que te llamas así?

- Así es como me llaman. – Respondió Jack -. Prefiero no revelar mi verdadera identidad.

- Ten en cuenta que estás ante la policía, - Prosiguió el alcalde - aquí estás obligado a hacerlo.

- Está bien, mi nombre es Jack Terrierhawk, de Thremis.

- Jack Terrierhawk, - Continuó el capitán - se te acusa de asaltar varias casas en nuestro pueblo, de agresión a la fuerza pública, y de agredir a un hijo ilustre del pueblo – Dijo esto último refiriéndose a mi. - ¿Cómo se declara?

- Medianamente inocente.

- ¿Y por qué?

____________________
* Recordemos que el día tiene 50 horas




- Primero, tuve que asaltar casas por la necesidad, en otros pueblos hice eso muy pocas veces, cada vez que quería comer o dinero para comprar comida, cosa de la que estoy muy arrepentido. Segundo, soy un ciudadano thremisense, practicante de Brainspirit de nivel avanzado del elemento oscuro y además soy espía del reino, tengo órdenes expresas de la reina Milena para encontrar a Shin, lo pueden ver en esta carta que tengo aquí. – Jack sacó de uno de sus bolsillos un sobre y se lo extendió al alcalde.

- ¡Por todos los dioses! – Exclamó éste último al leer la carta - ¡Está diciendo la verdad!

- Y tercero, cosa de lo que también me arrepiento un poco, es lo de agredir a la fuerza pública, ya que lamentablemente interferían con mi misión, y tenía que cumplirla a toda costa, tal como dice en la carta.

Hubo un minuto enorme de silencio, cosa que dejó a todos reflexionando qué hacer. Al final, yo rompí el silencio, ya que se me ocurrió un “idea”.

- Capitán, habrá alguna posibilidad de que yo ordene que lo liberen, ¿no?

- Shin, este hombre en cinco ciudades es considero como un peligro para la sociedad, ¿estás seguro de lo que quieres hacer?

- Jack tuvo que hacer muchos sacrificios para cumplir su misión, y no quisiera estar en su lugar pudriéndome en una cárcel una vez que me encuentra. Por favor libérenlo.

- Pero... Aún hay una cosa que me gustaría aclarar – Profirió el alcalde. - ¿por qué llamaste a Shin “Elegido de Gaios”.

- Esa es la razón por la que busco a Shin, existe una profecía escrita desde el fin de la primera rebelión que indica que este muchacho será el sucesor de Gaios: El Maestro de la Guardia de Cristal, lo puedes ver aquí Shin.

Al instante, Jack me extendió un pergamino que decía:

En un futuro muy remoto,
Vendrá de una tierra desconocida.
No recordará nada de su pasado
El joven de los ojos de cielo,
Y cabello dorado como el sol.
Gaios ha elegido a ese joven
Que dominará su sabiduría mágica mejor que él
Y derrotará a la oscuridad que corromperá al mundo.
Este muchacho será capaz de dominar
A todos los elementos habidos y por haber,
Luchará con la espada legendaria de Gaios,
Y la oscuridad temblará bajo su armadura de cristal.

- El muchacho al que se refiere esta profecía... – Dije -. ¿Soy yo?

- Sí, Shin. – Respondió Jack – Por eso debo llevarte conmigo a Thremis, la reina estará feliz de conocerte.

- Pues bueno. – Interrumpe el capitán – No se habla más del asunto. Jack Sin Sombra, serás liberado mañana al amanecer, ya que deberás cumplir tu condena.

- Está bien. – Dijo Jack y al instante se dirigió hacia mi – Para entonces ya estarás listo para partir, ¿verdad?

- Si.

Rato después de que llevaran a Jack a su celda, el capitán me llamó a su despacho para hablar conmigo. Se le veía en la cara que se le esbozaba una sonrisa.

- Shin, quiero que tengas en cuenta unas cosas antes de partir de viaje.

- ¿Cuáles, capitán?

- Necesitarás algunas provisiones para el viaje, así que quiero hacerte unos regalos. En primer lugar quiero dejarte esta bolsa con 5000 fares que te servirán, junto con algunas vituallas por si te da hambre en el camino. Y por último... – El capitán tuvo que interrumpirse para ponerse de pie y sacar de un armario una capa con capucha -. Esto es para las tormentas de arena, te protegerá del viento y de la arena en los ojos, también sirve para el frío en la noche.

- Muchísimas gracias, capitán.

- No hay de qué, buena suerte en tu viaje.

A la mañana siguiente me levanté temprano y fui a la salida sur de la ciudad donde me estaba esperando todo el pueblo para despedirme.

- ¿Así que ya te vas, Shin?

- Si, señor alcalde; lástima que no me puedo quedar aquí un tiempo más.

- No hay problema, todos confiamos en que vuelvas pronto.

- ¡Oye, Shin! – Exclamó Marcos, el panadero, que se acercaba. – Estos panes que te dio el capitán ayer los hice yo con todo cariño, ojalá los disfrutes.

- Gracias, Marcos.

Luego me dispuse a acercarme a Jack que ya me estaba esperando.

- Shin, antes de que partas, quiero darte algo que te servirá. – Dijo y sacó de su espalda una espada envainada, era muy brillante y tenía incrustaciones de oro y obsidiana. – Esta es la espada que vas a usar de ahora en adelante, es la espada de la profecía, la legendaria espada de Longinus.

- ¿Espada de Longinus? Vaya... No sabía que Gaios forjaba cosas tan maravillosas.

- En el camino te enseñaré a usarla, a juzgar por tus habilidades aprenderás en un abrir y cerrar de ojos.

- Bueno, ya estamos listos.

- Ojalá recuerdes siempre al pueblo de Mozrich. – Dijo el alcalde, luego dirigiéndose al pueblo alzó las manos diciendo – Bueno, hagámoslo tal cual como lo ensayamos... a la una... a las dos... y a las tres

- ¡¡¡HASTA LA VISTA, SHIN!!!
Y así fue como empezó mi viaje, ahora con Jack a mi lado iniciaremos a cumplir una profecía que recién está comenzando a trabajarse.

Creative Commons

Ahora pueden ver al final de esta página, que mi blog tiene los derechos reservados. Al final van a ver el ícono típico de Creative Commons al cual le puse al blog.

¿Está chulo, verdad? xDDD

P.D.: me van a disculpar por la demora del capítulo, es que anduve super ocupado el fin de semana.

viernes, febrero 02, 2007

Enchulé la página.

Ahora pueden ver que remastericé la página, le puse una lista de vínculos y un montón de cosas más, ojalá en el futuro se me ocurran más cosas para poner.

Para mañana va el siguiente capítulo, mientras tanto les dejo con una lesera que tengo por aquí.

Formas de joder


Nº 1: 10 FORMAS DE JODER A UN PROFESOR CABRÓN

Antes de comenzar:

A. SUS DATOS PERSONALES SON IMPORTANTES
Su nombre y apellido ayudarán mucho en tu operación de venganza.

B. SU NÚMERO DE CELULAR
Por razones obvias...


C. SU E-MAIL y/o LOS MAILS DEL PERSONAL DE LA ESCUELA / UNIVERSIDAD / TRABAJO ADICIONAL
No subestimes el poder de internet.

D. ¿PUEDES CONSEGUIR EL NOMBRE DE SU ESPOSA Y DE SUS HIJOS? MEJOR TODAVÍA...
No te ablandes por eso de meterte con sus hijos: el profesor se está metiendo con los hijos de TUS padres (o sea, tú); ojo por ojo, diente por diente.

E. ¿TIENES LA DIRECCIÓN DE SU CASA? EXCELENTE...
Es difícil, pero a veces, por pura coincidencia, uno logra conseguir la dirección de la casa del profesor.

Y esto es todo: con estas 5 cosas, puedes hacerle pasar la peor semana de su vida... si de casualidad no logras conseguir alguno de los elementos arriba escritos, no te preocupes... al leer mi lista, confío en que tu imaginación se active.


Los pasos para joder a tu profesor son:

1. ACÚSALO DE PEDÓFILO

La pedofilia está de moda... hay dos tipos de profesionales que brincan nerviosos cada vez que escuchan esa palabra: 1) Los sacerdotes 2) Los profesores.

Desde luego, tú no lo vas a acusar directamente... sino que vas a enviar un mail en cadena a todo el personal administrativo de la escuela. Sirve mucho si te haces pasar por una adolescente herida que tiene demasiado miedo como para revelar su nombre.

Aquí tienes un extracto de modelo:

(...) no puedo creer lo que me esta pasando y todo lo que quiero es cortarme mis malditas venas, por que me escogio a mi para su cochina depravasion, es un maldito, lo odio y desearia que se mueriese, me siento tambien como una estupida por no haverme defendido yo misma, tal vez meresco lo que me paso por cobarde, mi papa lo mataria si se enterase”*

* Los errores ortográficos han sido colocados a propósito para imprimirle realismo a la cuestión

Cabe la posibilidad de que el director de la escuela no se crea el cuento... de hecho, lo más probable es que no lo haga: pero el asunto es que le estarás causando un disgusto enorme a tu profesor. Sólo ponte en su lugar e imagina que tu jefe te diga "me llegó una carta que deberías leer... la están pasando por toda la escuela".


Consideraciones y precauciones a tener en cuenta:

A) Envía este mail desde un cybercafé... en una cuenta de Hotmail abierta desde dicho local. Recuerda que con tu IP pueden rastrear tu Server y, si el "afectado" da razones legales, puede forzar a la compañía a investigar a fondo quién fue el autor de la cadena de mails en cuestión.

B) La razón por la que digo que la cuenta de Hotmail (o Yahoo, si lo prefieres) debe ser creada en ese cybercafé tiene su fundamento: es posible que la IP de tu máquina haya quedado registrada si creaste la cuenta desde tu casa.

C) Inspírate. No la escribas muy rápido porque luego se te ocurrirán ideas mejores: puedes hacerla previamente en una hoja de papel para transcribirla en el cyber. Quema el papel después.

D) Si conoces el mail de algunos padres del salón de clases, envíaselo a ellos también.

2. ENVÍALE MAILS A LA ESPOSA

Recuerdo que yo una vez casi arruiné un matrimonio enviándole un mail a la mujer haciéndome pasar por la amante de su marido. Por supuesto, parte del éxito de esa "jugada" fue que el matrimonio ya estaba parcialmente deshecho.

¿Qué profesor podría tener un buen matrimonio? Si ya se comporta como un perfecto infeliz en el salón de clases, nadie puede asegurar que en su casa no sea la persona más miserable del mundo. Y aquí es donde entramos nosotros para meter la pezuña.

¿Qué clases de mensajes se le pueden enviar a la esposa? Aquí te coloco una pequeña lista de títulos de e-mails para que te inspires:

- Hola, yo me acosté con tu esposo...
- Tu esposo es un pedófilo/proxeneta.
- Hola, soy la amante de 16 años de tu esposo
- Vi a tu esposo abusando sexualmente de tu hijo...
- Me gustas, cariño...
- Hola, soy la amante de 16 años de tu esposo, que vio abusando sexualmente de tu hijo porque nos obligó a hacer un trío en la cama...
- Hola, yo me acosté con tu esposo y resulta que tengo sida...

Consideraciones y precauciones a tener en cuenta:

A) Si vas a optar por "yo me acosté con tu esposo", procura hacerte pasar por la típica adolescente ridícula, ingenua y cabeza de piedra de 16 años que tuvo sexo con un hombre mayor y ahora se hace la ilusión de que éste va a abandonar a su esposa por ella.

B) Como siempre: acude a un cybercafé. Este es un plan más complejo por el hecho de que debes hacer varias visitas al local, para ver cómo va prosperando el asunto. Procura no ir al mismo cybercafé dos veces.

3. HOLA... ¿SABÍAS QUE TU PAPÁ ABUSÓ SEXUALMENTE DE MÍ?

Perfecto para decírselo al hijo o hija del profesor. Este mensaje bien puede ser un e-mail, una llamada telefónica o una carta. Sólo piensa en las posibilidades... si el chico (o la chica) acude a un psicólogo y se lo cuenta, ésta se lo va a contar a la madre, y la madre, histérica, a su esposo (tu profesor). Una cadena perfecta que va ensuciando a toda la familia.

4. ENTRA A UN CHAT Y HAZTE PASAR POR "SABRINA"

Todos sabemos que, cuando la gente está falta de sexo, se embrutece, y se traga cualquier cosa con facilidad. Si vas a latinchat.com y entras al canal de sexo de X país y te haces pasar por Sabrina, no va a pasar mucho tiempo sin que una avalancha de ñoños fracasados y hambrientos te caiga encima...

Ahora bien: es aquí cuando es útil el número del teléfono celular de tu profesor. Ten paciencia: no vayas a colocar el número en cuestión en plena sala general porque todos comenzarán a sospechar. Intenta entablar una conversación con diez personas al mismo tiempo por el privado (cierra tu winamp, tu programa para bajar mp3, tu MSN, y todo lo que te ocupe distracción y espacio) y date a la divertida tarea de pasarle el celular del profe a TODO el mundo...

Si da la casualidad de que lo tiene prendido, acabará por recibir una tonelada de llamadas a media noche... o si no, en la mañana, le esperará un montón de mensajes eróticos de adolescentes excitados. ¿Te imaginas si la esposa los revisa?

5. HAZTE PASAR POR SABRINA (PARTE 2)

Esta es una operación que requiere de mucha paciencia e inteligencia, sin embargo, de las diez opciones mencionadas en esta lista, es quizá la más devastadora de todas.

Hazte pasar por Sabrina, agrégate a su MSN, y explícale que eres una chica que está enamorada de él. No le des nombre, no le des más datos de los necesarios, pero cada día acércalo un poco más...

Pueden pasar dos cosas: que haga el idiota y explique que con él no puedes tener nada, o (¡BINGO!) que se interese en ti. Haz foto capturas de TODAS las conversaciones, sobre todo de las partes más comprometedoras. Intenta tener cybersexo (sé que es asqueroso, pero todo sea por la causa).

En caso que no sepas cómo sacar una foto captura, aquí te va una pequeña guía:

Primero, ubica el botón que dice Impr Pant Pet Sis y presiónalo una vez. Luego dirígete a PAINT, haz clic con el cursor en el medio de la pantalla y presiona CTRL + V (Ten mucho cuidado: enmarca las fotos para que sólo se vea la ventanita de MSN, no querrás que accidentalmente aparezca cualquier cantidad de datos personales tuyos en el escritorio de Windows).

Siempre y cuando no envíes ningún e-mail al profesor, chatear con el asqueroso desde la comodidad de tu casa es seguro.


¿Qué hacer luego con cientos de fotos comprometedoras? Eso lo dejo a tu imaginación... tienes un poder inmenso en las manos.
Consideraciones y precauciones a tener en cuenta:

A) Sé que es una putada enorme de tu parte, pero si ves que existe la posibilidad de tener cybersexo con él, muéstrale la foto de cualquiera de tus compañeras de clases (preferiblemente que sea bonita, desde luego) y a la mañana siguiente, cuando él la aborde a ella, se llevará una sorpresa del tamaño de la catedral de San Pedro.

B) Por el amor de Dios, sé inteligente: DESCONECTA tu webcam antes de hablar con él... lo último que quieres es que vea el pequeño ícono en el MSN y pida verte.

C) Si él tiene webcam, convéncelo de que la active... es difícil, pero puede lograrse con un poco de encanto. Si haces foto capturas de su cara y su pene, ya lo tendrás agarrado por los cocos.

6. SUSCRÍBELO A UNO DE ESOS SITIOS DE VENTAS DE AUTOS / ARRIENDO DE CASAS

¿Quién no anda buscando un buen auto hoy día? ¿O una casa? Desde estudiantes, hasta turistas, pasando por gente con necesidad. Suscríbelo a uno de esos sitios de internet con su celular y/o mail y diviértete pensando que lo has condenado a recibir al menos 30 llamadas y/o mensajería de voz inservible.

Consideraciones y precauciones a tener en cuenta:

A) Se sutil... coloca un precio excelente (pero realista) de un vehículo que esté bien demandado, para que lo llame mucha gente interesada.

B) Lo mismo si decides optar también por la casa.

C) Mientras más sitios lo suscribas, más llamadas recibirá, la cuota puede aumentar a 40, 50 e incluso 60 llamadas diarias. Especifica en los detalles "no me importa que llamen hasta las 12:00 de la noche, yo trabajo hasta tarde".

D) Hay servicios de venta por internet que preguntan muchos datos y se ponen caprichosos... ten paciencia. Recuerda buscar 5 o 6 sitios para aumentar la cantidad de gente que lo llame.

E) Puedes suscribirlo también a una de esas webs de Testigos de Jehová.

7. CÓMPRATE UNA BUENA CAJA DE REFRESCOS Y ACUDE AL TELÉFONO PÚBLICO MÁS CERCANO

Si eres una de esas personas que, para su edad, lo tiene prácticamente todo en la vida, no te dolerá gastar un buen dinero en las cabinas de teléfonos (o tarjetas de prepago). Compra una caja de cerveza (o una de pepsi o cualesquiera que sean tus gustos) y ponte cómodo al lado de un teléfono público moderadamente cercano a tu casa a las 12 de la noche, para hacerle llamadas a la casa al profesor.

¿Que qué puedes decir? ¡Nada! Con tan sólo llamar y quedarte escuchando hasta que él o su esposa pierdan la paciencia a ciertas horas de la noche es ya de por sí divertido.

Después de la octava o la novena llamada, puedes comenzar a imitar la respiración de Darth Vader, reírte, hacer pedorretas (sonidos de peos con la boca).


Consideraciones a tener en cuenta:

A) Si un carabinero te descubre, corta rápidamente la llamada y dile que estás desesperado, tratando de que tu novia/polola te atienda el teléfono. Desármalo diciendo "¿Qué no haría usted por amor, oficial?"


8. ESCRIBE UN MENSAJE MUY COMPROMETEDOR EN EL BAÑO...

Cuando los estudiantes de los 80's dicen que nosotros, los de la nueva generación, lo tenemos todo fácil gracias al Internet, definitivamente, no se equivocan. ¿Cómo hacían ellos en aquél entonces? Los métodos de la vieja escuela también son muy, pero muy efectivos.

Puedes escribir un mensaje sumamente comprometedor con plumón negro (o de otro color oscuro) en la puerta de cualquier W.C. de tu escuela... que sea grande y en letras gruesas.

Pronto, alguien lo leerá, y la voz se correrá rápidamente, ora porque el típico idiota lame-botas vaya a decírselo directamente al profesor, ora porque el chismoso de turno se lo cuente a todo el mundo. El profe, aún sabiendo que fue víctima de una jugarreta cruel, se verá en una situación terriblemente incómoda, sobre todo si lo has acusado de pedófilo. Es una situación en la que o ganas o ganas: si no se corre como arroz el rumor de que es pedófilo, entonces lo habrás dejado en ridículo de todos modos.

Consideraciones y precauciones a tener en cuenta:

A) Deshazte del marcador apenas termines de usarlo. POR NADA del mundo lo dejes en tu mochila o lo metas en tu bolsillo.

9. RÁYALE EL AUTO CON UNA LLAVE

Pueden ser las llaves de tu casa, o del auto de tus padres...
Conseguirás mucho más fácil llevar a cabo esta operación si ya no estudias en dicha escuela... puedes pasar un día temprano por el estacionamiento y rayarle el auto a gusto.

Consideraciones y precauciones a tener en cuenta:

A) No seas marica: AFINCA BIEN la llave y déjale un rayón de esos que se puedan ver a 100 metros de distancia.

B) Haz dibujitos y figuras psicodélicas sobre la puerta, como las que se puede ver en la última tapa del cuaderno de los estudiantes que no prestan atención a las clases... eso lo hará enojar el triple.

10. ROMPE EL VIDRIO DEL AUTO Y VIERTE UN TUBO CON CACA ADENTRO

La opción número diez se destaca en el mismo "fashion" que la 9, sólo que si se quiere, es todavía peor. Si le rayas el auto, lo llevará al taller en el acto, pero ¿te imaginas si le llenas el asiento de mierda?

Si tienes un perro, coge un guante de cocina (de esos de látex) y vierte todos los mojones que puedas dentro... luego toma la manguera y dispara un chorro de agua lo suficientemente fuerte para pulverizar el excremento, llenando el tobo hasta poco menos de la mitad. Más tarde coge una rama y revuelve la "fórmula" aplastando la mierda que todavía esté muy sólida.

¡Listo! Parte el vidrio de una patada y vierte la mezcla adentro.

Consideraciones y precauciones a tener en cuenta:

A) Si no quieres hacer ruido, entonces vierte el asqueroso contenido sobre el vidrio o el capó del auto... no jode tanto, pero jode de todos modos.

Bueno, eso fue todo. Disfruten jodiendo a esos profes!!!



Agradecimientos a Elam Fox por poner algo tan descojonante en el foro de Apogeus, y disculpa las ediciones, es para que los demás lo entiendan.

viernes, enero 26, 2007

VOLVIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!

Después de tanto tiempo sin entrar a internet, ya que me lo cortaron, volveré a subir más capítulos.

Ojalá sigan con la sintonía XDDD

Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution 2.0 Chile License.