viernes, enero 26, 2007

VOLVIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!

Después de tanto tiempo sin entrar a internet, ya que me lo cortaron, volveré a subir más capítulos.

Ojalá sigan con la sintonía XDDD

jueves, enero 11, 2007

Quisiera dejar en claro una de tantas cosas que en medio de la novela verán ustedes, mis queridos lectores.

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Si tienen cualquier duda, podrán hacer sus comentarios haciendo clic abajo donde dice "# comentarios/comments" (# es el número de comentarios que pueda tener, normalmente son entre 1 y 2, ya que este blog está recién hecho, pero con un poco de paciencia aumentarán.

Esto lo pongo porque dentro de la novela habrán fechas de Ídem y fechas terrestres, por ahora no les puedo adelantar nada más. Por eso sugiero que le echen un vistazo a este post por si se confunden.

Iré insertando más tablas en este post, si es que se puede editar, en esto soy un novato todavía, si alguien sabe cómo puedo agregar blogs a mi lista de favoritos, se lo agradezco montones; y si me hecha una mano con las tablas para ver que cuadren en proporción con las anteriores, mucho mejor.

saludos.

miércoles, enero 10, 2007

Bueno, aquí les dejo el segundo capítulo de Maestros de la Guardia de Cristal.


Capítulo 2

Jack Sin Sombra

Ya han pasado dos días desde que llegué a Mozrich, y recién ayer empecé a trabajar como garzón en la Posada del Diamante a cargo del Sr. Bannon.

Ya la mayoría de la gente me conocía, se asombraban por mi excelente atención; la verdad la gente de la aldea es más amable y cálida de lo que creía, me han recibido tan bien que me siento como parte de ellos.

Pero hoy algo pasó, que en consecuencia hizo que me hiciera famoso en la aldea. Resulta que no había pasado ni media hora desde que abrimos la taberna en la posada (Ya que a todo esto, la taberna está en una habitación contigua a la posada, el Sr. Bannon es el que tiene la llave y siempre tiene el deber de cerrar su “pequeña ampliación” como lo llama, a la una de la madrugada) cuando llegó un cliente. No era nada menos que Marcos, el panadero. El Sr. Bannon al verle le dirigió una sonrisa y cuando Marcos se sentó en la barra dijo:

- Temprano como siempre, ¿no Marcos?

- Si Bannon, ya sabes que tengo que tener la garganta bien limpia y refrescada para poder comenzar bien el día en mi panadería.

- ¿Y qué puedo servirle a mi cliente Nº 1 del día?

Marcos se demoró un poco en contestar, mientras se decidía, luego dijo:

- ¿Qué tal una botella de “Sangre de Dragón” con una pizca de canela en polvo? Tengo que inspirarme para hacer un enorme pastel para el wodreg,* en la fiesta de bienvenida del ba…

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* Wodreg: Aquí equivale al domingo.

- ¡Marcos, por el linaje de mis ancestros! – Exclamó el Sr. Bannon, interrumpiéndolo - ¡Se supone que no debes hablar de eso frente al bakrash!

- ¿Están hablando de mi? – Pregunté mientras me dirigía a la mesa con la bandeja.

- Ehh… Precisamente era de la ceremonia que se va a realizar unos días después.- Respondió el Señor Bannon.

- ¿En serio? ¿Y de qué se va a tratar?

- Bueno, solo podemos decir pocas cosas, lo demás tendrás que verlo tú mismo.

Rato después llegó Aron con una persona más, era alto, corpulento y con una cara de perro Buldog.

- ¿Cómo estás Shin? Capitán - Dijo después, hablándole al señor que estaba a su derecha - , él es el bakrash de quien le hablé ayer.

El tipo me miró con una mirada fría, de pocos amigos.

- Así que tú debes ser el forastero de quien todos hablan por aquí, pareces una buena persona… En fin, como capitán de la policía de Mozrich, te doy la bienvenida.

- ¿Ustedes también van a estar en el festival de mañana?

- ¡Por supuesto que estaremos mañana, Shin! – Dijo Aron – Además te tenemos preparada una sorpresa.

- Supongo que ustedes ganarán en la competencia de carros alegóricos, ¿no? – Inquirió Marcos.

- ¿Carros alegóricos? No me digan que habrá una competencia de carros alegóricos en el festival.

- Cada festival del bakrash, las familias se reúnen para confeccionar un carro alegórico, tú serás el único jurado de la competencia, el mejor es el que gana.

- Bueno, nos costó mucho hacer el carro, pero supongo que valdrá la pena el esfuerzo. – Dijo Aron.

- Siempre y cuando… - Interrumpió el capitán pegando un cartel con el aviso de “Se Busca” en la pared – Este bandido no nos moleste.

Nos quedamos un rato en silencio mirando el cartel, que ponía lo siguiente.






- 300 Fares*... – Dije cuando terminé de leer – Eso debe de ser mucho dinero.

- Por supuesto, muchacho, y cuando lo atrapemos, se pudrirá en la cárcel.

____________________

* Fares: Moneda oficial de Ídem. (N. del A.)

Me quedé observando fijamente el cartel, sobre todo al rostro que estaba precariamente dibujado. Daba la impresión de ser albino, con unos ojos oscurísimos que infunden temor, vestido como un vaquero y una cicatriz en forma de X en la mejilla derecha. “Parece temible”, pensé, “no me gustaría toparme con ese sujeto”.

- Shin. – Marcos me sacó de mi ensimismamiento de repente – Sírveme otro vaso, por favor.

Me volteé para coger el jarrón del vino, pero entonces pasó algo raro: Ante la vista de todos los presentes, el jarrón y el vaso empezaron a levitar sin que yo los tocase (estaba con la mano estirada), y lo más increíble era que el vaso se llenaba solo y fue a parar justo en donde estaba Marcos, listo para beberse.

- ¿Qué... fue eso? – Preguntó el Señor Bannon, que miraba atónito la escena.

- No lo sé... – Respondió Marcos – Parece obra de un fantasma.

- ¿Hiciste tú eso, Shin? – Me preguntó Aron que en ese momento me miró fijamente - ¿Utilizaste tus poderes, o algo por el estilo?

- No lo sé. – Respondí – Eso creo.

- Así que tenías razón, Aron. – Dijo el capitán que hasta entonces había permanecido callado – Este chico es un practicante de Brainspirit, igual que el hombre que buscamos.

- ¿Practicante de qué? – Pregunté cuando oí por primera vez esa palabra tan rara.

- Brainspirit, una ciencia oculta milenaria que los Dioses le dieron al Gran Maestro Gaios, que consta de algún tipo de magia elemental. Yo creí que eran cuentos de niños, o brujerías enterradas; pero ahora que usaste lo que ese hombre llamó Levitenz... Estoy anonadado.

- ¿Puedes hacer levitar objetos, Shin? – Me preguntó mi jefe, con el rostro iluminado.

- Pues... por lo que veo, parece que sí.

- Me has dado una gran idea, muchacho. Esta noche haré un show donde serás la estrella principal; podrías ganar algunos Fares usando tus trucos.

- Bueno, si usted lo dice, jefe, lo haré.

De pronto, detuvimos la conversación, ya que un hombre viejo, entro corriendo a la taberna gritando:

- ¡¡¡Policías, ayúdenme, se los ruego!!!

- ¿Qué le pasa, hombre? Preguntó el capitán.

- ¡¡¡Jack Sin Sombra!!! ¡El entró a mi casa y se llevó mis Fares y mi comida!

- ¡No puede ser! Iremos a hacer una pesquisa inmediata, lo siento Bannon, pero debemos irnos. Hasta luego.

Y diciendo esto, Aron, el capitán y el hombre se fueron corriendo de la taberna.

Rato después de que se fueran, seguí atendiendo gente, llevando bandejas de un lado a otro, y de vez en cuando se las llevaba usando Levitenz en las bandejas, y todos se sorprendían.

Hasta que llegó la hora de colación y después de que me zampé el almuerzo (caldo de gallina con papas) me dirigí a mi habitación para ensayar los trucos para la función de esta noche.

Ahora que aprovecho el momento de descansar (he usado casi todo mi Brainspirit, me siento agotado), escribo mi diario; puede que en cualquier momento me quede dormido, pero no me importa, ya que en un rato más mi jefe vendrá a buscarme para que atienda el turno de la noche.

* * *

Ya es de noche, y el señor Bannon me despertó hace rato. Ahora que terminó la función (¡Y qué función!), me pondré a escribir lo que pasó, porque de veras fue increíble.

Resulta que ya había terminado de servirles vino a todos los presentes (a excepción de Aron y el capitán, que estaban de turno y no pueden tomar), cuando me fui detrás de las bambalinas a prepararme. En ese momento, unas bailarinas estaban en el escenario mientras otra cantaba una canción muy alegre, no recuerdo la letra, pero la voy tarareando mientras escribo.

Marcos, el panadero, estaba ahí también, me dijo que después de la actuación de las chicas iba a tocar el banjo, y luego, para finalizar con broche de oro, venía yo. En ese momento ya tenía listos todos mis implementos para hacer mis trucos, nada más me faltaba salir al escenario.

- ¿Te sientes nervioso? – Me preguntó Marcos.

- Para nada, es más, creo haber hecho esto tiempo atrás... El problema es que no lo recuerdo.

- Vaya Shin, es una lástima que hayas perdido parte de tus recuerdos caminando en el desierto, el Desierto de Sathin es también llamado el Arenal del Olvido, por esa simple razón.

Al instante, el encargado de la escenografía llamó a Marcos para que saliera; el espectáculo, que duró sus buenos 25 minutos, y fue buenísimo. “Vaya, Marcos sí que sabe tocar el banjo con gran habilidad”, pensé.

Luego venía mi turno. Antes de salir, respiré hondo y me concentré, estaba dispuesto a enfrentara las cientos de personas que acudieron tan sólo para ver el show que les ofrecería.

- Y ahora, - Decía el Señor Bannon, que era algo así como el presentador del evento – el acto más esperado de esta noche, con todo cariño para ustedes, aquí esta... ¡¡Shin, el magnífico!!

Miré con extrañeza a mi jefe al escuchar aquél epíteto que me puso, mientras me dirigía al centro del escenario; mientras él se iba, se acercó a mi, me palmeó el hombro y susurrándome al oído me dijo “Suerte, muchacho”. Ahora tenía el público a mi total disposición; sonreí a todos mientras esperaba a que el encargado de la escenografía junto a unos dos asistentes terminaran de colocar todos mis implementos, una vez hecho, me aclaré la garganta y dije en voz alta.

- Damas y caballeros, para mi primer truco, usando mis poderes, encenderé estos tres candelabros que ven aquí – Al instante les mostré los tres candelabros con ocho velas cada uno, alineados en la mesa – Cuando diga las palabras, mis dedos dispararán un destello que hará que todas las velas se enciendan al mismo tiempo. Necesitaré un silencio absoluto de parte de ustedes, ya que si doy un paso en falso, todo el lugar podrá incendiarse.

Al instante y poco a poco, la gente fue bajando la voz hasta convertirse en un murmullo casi inaudible, y después, silencio total. Ordené que apagasen las leizim* del escenario y de la taberna, y una vez que la oscuridad se apoderó del lugar, concentré mi Brainspirit en mis manos y grité:

- ¡¡¡Phyrialix!!!

Y en un abrir y cerrar de ojos, las velas se encendieron todas al mismo tiempo. El público, desde el Señor Bannon hasta Aron y el capitán, aplaudieron y vitorearon.

- Y ahora, necesitaré que alguno de los presentes suba al escenario para el siguiente truco. ¿Quién dijo yo?

Pocas personas levantaron sus manos diciendo “Yo”, y animosamente gritaban para que los eligiera. Después de darme un tiempo para pensar, dije, apunté con el dedo al capitán, que tenía el suyo levantado. Una vez arriba continué con el show.

____________________

*Leizim: Aparato doméstico utilizado para iluminar; consiste en un frasco de cristal parecido a una ampolleta, con forma de lápiz, con una pequeña tapa rosca y un chispero para encender el fuego. Normalmente se usa en lámparas o focos para zafgrels. (N. del A.)

- Ahora capitán, tenga la amabilidad de sujetar este jarrón en su cabeza.

- ¿Qué es lo que harás? ¿Acaso me dolerá?

- Si usted permanece en calma, no le dolerá nada... Sostenga el jarrón en su cabeza, y trate de que no se caiga, intentaré romperlo usando mi poder.

Una vez que estaba todo listo, concentré nuevamente mi Brainspirit, pero de pronto, vi algo que me distrajo sobremanera. Un extraño brillo salió desde un oscuro rincón, era algo parecido a unos ojos oscuros que brillaban bajo la luz de las velas de la mesa y me miraban fijamente; en ese lapso de tiempo sentí que un escalofrío recorría mi espalda, y un sudor helado invadía mi frente. Miré al capitán que me miraba con extrañeza, parece que ya había notado que me había puesto muy nervioso al ver ese brillo.

A pesar de eso, no me amilané, estiré mi brazo con el puño cerrado, y abriéndolo dije al mismo tiempo:

- ¡¡Break!!

Y al cabo de unos segundos el jarrón se hizo pedacitos, y dieron a parar al suelo, al mismo tiempo que se convertían en polvo. Sorprendido, el capitán repasó inmediatamente su cabeza con las yemas de los dedos, y comprobó que no había ni rastro de sangre ni de herida alguna.

- Para continuar, - Continué una vez que el capitán volvió a su lugar, mientras observaba al hombre de los ojos oscuros pronunciar unas palabras en voz baja y dirigirse a la barra a pedir un trago – si observan fijamente estas rocas que coloqué encima de la mesa alrededor de esta silla, pediré que alguien más del público haga el favor de sentarse aquí, ya que lo haré levitar.

Ahora que veía mejor a ese hombre (debido a la luz), me asusté de veras, ya que recordé el cartel que había visto esta mañana, y como ya lo había visto en persona... “¿Así que ese es Jack Sin Sombra?”, pensé. “¿Qué estará haciendo aquí? Tengo una idea, haré que suba al escenario, y veremos qué tan temible es cuando desvele su identidad frente a los guardias”.

- Usted, el de ropas vaqueras, – Lo llamé – Tenga la amabilidad de subir, por favor.

Mientras veía como se acercaba, sentí que mi corazón latía más rápido de lo normal; ahora podía ver su rostro cubierto por el sombrero negro que llevaba (no sé por qué en el cartel lo pintaron café, será para no confundir lo de sus ojos) con sus ojos oscurísimos y penetrantes y su cicatriz en forma de X en la mejilla derecha. Me asustó también el color de su piel, blanca como la nieve; y lo más curioso de todo era... ¡¡¡QUE NO TENÍA SOMBRA!!! A juzgar por su tétrica apariencia debería tener más o menos 20 años, ya que lucía joven.

- Bueno, chico, ¿vas a empezar ahora o tendré que esperar un rato más? – Di un respingo cuando noté que Jack Sin Sombra me hablaba sentado en la silla, su voz era grave, casi ronca, como de ultratumba.

- E... Enseguida – Titubee mientras me concentraba y extendía mis manos nerviosamente. Una vez listo dije “¡Levitenz!”, y lentamente la mesa junto con las rocas, la silla y Jack Sin Sombra comenzaron a moverse a medida que movía mi mano, todo esto duró 5 minutos exactos hasta que dejé todo justo donde lo había dejado.

Miré rápidamente a Jack y noté que había una sonrisa malvada en su boca. Minutos después se hizo el silencio absoluto, y él empezó a reírse.

- No esperaba menos de ti, Elegido del Gran Gaios.

- ¿Qué? – Pregunté dejando muestras de asombro.

- Pase 3 años buscándote desesperadamente... Y al fin yo, Jack Sin Sombra como me llaman, te he encontrado.

Al escuchar ese nombre los presentes empezaron a gritar y a huir de la taberna despavoridamente, y el capitán junto a Aron sacaron sus espadas dispuestos a combatir.

- Jack Sin Sombra, estás arrestado por violar la paz y la tranquilidad del pueblo de Mozrich, yo, el capitán Bertonius Prats, te ordeno que vengas conmigo.

- Fuera de aquí estorbos – Respondió Jack al mismo tiempo que se concentraba y decía en voz alta - ¡¡¡Shadow Smoke!!! - Y vi entonces como de ambas manos salía una especie de humo negro que hizo que ambos cayeran al suelo.

Ahora estamos solos Jack y yo.

- Ahora lucharemos, usemos nuestro Brainspirit y el primero que cae rendido pierde.

- ¿Qué les hiciste al capitán y a Aron? – Le pregunté - ¿Acaso los mataste?

- Los puse a dormir un rato, despertarán cuando esta lucha acabe, sólo quiero poner a prueba tus habilidades, así me demostrarás que eres el Elegido.

- ¿Por qué me llamas “Elegido”?

- Me lo preguntarás después, ahora... ¡¡Ponte en guardia!!

Vi al instante como sacaba un par de dagas negras de su cinto y cómo cargaba su Brainspirit en ellas y las lanzaba al grito de “¡Knife Storm!”, vi también como de ese par de dagas salían dos más, luego cuatro, ocho y luego salían tan rápido que no las alcanzaba a contar. Menos mal que alcancé a esconderme tras la mesa levantada para que no me atravesaran. Una vez terminó de atacar lancé el “Phyrialix” hacia su pecho, pero el se mimetizó con la oscuridad y apareció segundos después detrás de mi, estuvo a punto de darme un golpe cuando dije “Rophe” del susto y de mi mano salió una cuerda que le ató los pies e hizo que cayera al suelo.

Lo tenía atrapado, así que aproveché de atarle los brazos y el cuello, pero todo fue inútil.

- Por ahora lo estás haciendo muy bien... Pero esto irá en serio. “¡Zpekthrum!

Al decir eso, Jack se convirtió en una sombra casi invisible, se liberó de las cuerdas y empezó a pasearse rápidamente alrededor de la taberna, y cada dos por tres me derribaba tirándome contra la pared o contra el piso o contra una mesa. Cuando volvió a su forma original me dijo:

- ¿Y qué opinas del poder oscuro ahora que lo ves con tus ojos, Elegido de Gaios?

No tenía qué responderle, el cansancio me invadía y estaba terriblemente adolorido. “No podré contra él”, pensaba, “a menos que haga un último esfuerzo”. Y diciendo esto concentré mi Brainspirit en ambas manos.

- Pésima jugada, muchacho, ahora verás... “¡Shadowflux!

Vi entonces como de sus manos salía una masa negra que lentamente se dirigía hacia mí; noté que el miedo se incrementaba. Tenía que hacer algo rápido, pero mi cuerpo estaba quieto al ver como tanta oscuridad comenzaba a apoderarse de la taberna, esa masa me iba a devorar.

Hasta que, de pronto, algo hice instintivamente. Estiré las manos apuntando a esa cosa, mejor dicho, apuntaba a Jack; no sé como describir esto, pero sentía que un gran poder corría por mis venas esperando el momento para salir. Miré mis manos y me sorprendí al ver que las tenía totalmente blancas y que desprendían un brillo celeste con blanco (será como el color del hielo), y lo más extraño era que mis manos estaba totalmente frías.

Una vez que creí que estaba listo, estiré mis manos e instintivamente grité:

- ¡¡¡ICERAY!!!

Y vi la forma en que de mis manos salía un destello blanco azulino, el que atravesó la masa oscura y le llegó a Jack directamente en las piernas, dejándolo congelado al instante.

- Por lo menos es mejor que una prisión de lianas. – Comenté a Jack una vez que todo terminó.

- Vaya, chico. Me has derrotado, de una forma impresionante; dime, ¿Cómo aprendiste a usar el rayo hielo e toda su potencia a tu edad?

- ¿Te refieres a esa cosa que dispare? – Trate de buscar en mi vaga memoria el recuerdo de cuando fue la primera vez que hice algo semejante, pero lo único que veía era siempre la misma cosa, el día en que me desterraron sin razón. – Pues, no lo puedo recordar.

- ¿Cómo? ¿Acabo de toparme con el Elegido y aún no sabe como usar el Brainspirit?

- Nadie es perfecto. Además, soy un desterrado, y perdí la memoria en el desierto.

- Vaya, si que es complicado tu caso. – Replicó Jack haciendo un gesto de tristeza, pero al notar que lo miraba extrañado, cambió su expresión. - ¿Cómo te llamas muchacho?

- Shin. ¿Y tú eres Jack Sin Sombra, no?

- Esta gente no sabe quien soy realmente, pero ese es mi nombre ahora, mi verdadero apellido no creo que quieras saberlo.

Después de la conversación vimos como el capitán Bertonius y Aron se levantaban y se sacudían el polvo. Al observar la escena, se sorprendieron mucho y se acercaron corriendo rápidamente.

- Shin... – Se apresuró a decir Aron - ¿Esto también lo hiciste tú, me equivoco?

- Bueno... no sé cómo lo hice, pero lo hice.

- Pues es asombroso muchacho. – Añadió el capitán Bertonius con acento de pomposidad, y luego acercándose a Jack le dijo en tono amenazador – Y ahora, señor albino y sin sombra, deberá acompañarnos a donde usted siempre había estado... ¡¡¡La Cárcel!!! Oficial Aron, ayúdeme a cargar con este bloque de hielo.

Mientras procedían a buscar una forma de levantar el bloque que tenía atrapado a Jack, apareció el Señor Bannon de detrás de la barra.

- ¿Dónde había estado todo este rato, jefe? – Pregunté.

- Me quedé dormido con el humo. – Respondió y observó como los guardias trataban de levantar el hielo (no me pregunten cómo fui capaz de hacer un bloque de hielo tan grande), hasta que de pronto, se le encendió la leizim y dijo: - Quizá Shin pueda ayudarles un poco haciendo levitar eso. ¿Supongo que no habrá problema, Shin?

- Estoy algo cansado, pero lo intentaré.

Y dicho esto use el Levitenz sobre el hielo que había creado, y se movió unos cuantos centímetros hacia el techo, lo suficiente para que Aron y el capitán lo sujetaran. Mientras se preparaban para retirarse Jack me dijo lo siguiente:

- Ven a verme a mi celda una vez que termine el festival. Creo que tenemos mucho de qué hablar.

Y así fue como terminó la mejor noche de peligro que he tenido en toda mi vida. Mi jefe me dejó descansar hasta tarde, ya que por lo del festival, mañana tendré el día libre. Aron me dio una bolsa con monedas “como recompensa por capturar a Jack”, ahora la tengo guardada en mi mochila de viaje junto a las cosas que tengo listas para cuando llegue el día en que me vaya de Mozrich.

Por ahora no he podido tratar de dar pestañada alguna, mientras escribo mi diario tratando de contarles a “mis invisibles lectores” (si es que llegan a leer mi diario algún día) lo que pasó esta noche, fue emocionante. Ahora pienso en Jack y en cómo debe estar pasando su primera noche en la cárcel, debe ser un sito horrible, ojalá nunca me toque pasar por semejante barbaridad. ¿Será peor que ser desterrado de su hogar?

El Señor Bannon me ha dicho que me durmiera ya, mañana me espera un gran día. Quizá parta de Mozrich pasado mañana, no sé. Ya le tengo casi todo pagado a mi jefe, además de que las ganancias han subido considerablemente, y el es muy bueno conmigo. Creo que le voy a hacer caso. Buenas noches.


viernes, enero 05, 2007

Bueno, aquí de nuevo escribiendo, pero despues de tanto tiempo, he decidido copiar esto que tenía hecho en word y colocarlo aquí. Es el prólogo y capítulo 1 del libro que escribí y que ya me falta un poco para terminarlo.

Maestros de la Guardia de Cristal

Autor: Elliot R. Sawyer.

Prólogo

Desde hace mucho, mucho tiempo existía un tipo de sabiduría mágica que todos conocían, llamada Brainspirit. Este tipo de sabiduría fue enseñada por un hombre muy sabio llamado Gaios.

Se decía antiguamente que Gaios nació desde las sombras en un lugar que nadie del vasto mundo de Ídem conocía. Gaios era un anciano, siempre andaba descalzo y era muy bondadoso.

La sabiduría del Brainspirit era conocida en todo lugar, se decía que la persona que dominaba la sabiduría de Gaios a la perfección se convertía en un “Practicante” que podría ser capaz de tener poderes espirituales y controlarlos a su antojo. Como por ejemplo podría quemar un bosque entero si se lo proponía y hasta mover las montañas, curar enfermedades mortales e incluso convocar por medio de cortos rituales a unos monstruos mitológicos, propios del mundo de Ídem.

Pero hubo un tiempo en que Gaios tuvo que escoger a los mejores discípulos, aquellos que dominaban el Brainspirit tan bien como él; esos practicantes pasaron a ser héroes insuperables en el manejo de la sabiduría, fueron llamados los “Maestros de la Guardia Dorada”.

Pasaron exactamente 200 años, Gaios todavía estaba vivo, pero gravemente enfermo, justo cuando unos monstruos desconocidos que llegaron desde el mismo lugar que venía él, devastaron el mundo, comenzaba una época de

Tiranía, tinieblas y oscuridad.

Cuando los Maestros de la Guardia Dorada se enteraron, le avisaron a Gaios, en ese instante forjó una espada mágica con sus propias manos, y cuando acabó luchó fieramente con los monstruos sin importarle su enfermedad, pero desgraciadamente murió en combate.

Sus discípulos, lo enterraron en la cima del monte más alto de este mundo, el monte Longinus, que actualmente se dice que es un lugar sagrado en donde lo enterraron con todas sus pertenencias, incluyendo su espada que lleva el mismo nombre del monte.

Un día después de su muerte comenzó un mes en que las batallas continuaron, la lucha se hizo muchísimo más sangrienta. Los Maestros de la Guardia Dorada tenían muchas victorias, con contadas derrotas; pero ese mes fue muy decisivo para la existencia de la sabiduría del Brainspirit, ese mes fue conocido como “La Primera Rebelión”.

Según la historia, el último día de ese mes fue la batalla final, todos los maestros que quedaban unieron sus poderes y derrotaron al rey de los monstruos llamado King Eaco, pero luego una gran explosión sucumbió el mundo, y casi se destruye si no fuera por un acontecimiento increíble.

El espíritu de Gaios descendió de los cielos y detuvo la explosión diciendo:

- Si en el futuro una persona es capaz de emplear mi sabiduría mejor que yo, vivirá para siempre en mi palacio en el cielo y será el único maestro, el Maestro de la Guardia de Cristal.

Y desapareció.

La explosión se detuvo al instante, pero lamentablemente todos los Maestros de la Guardia Dorada supuestamente murieron. Fue así como poco a poco las enseñanzas de Gaios fueron desapareciendo hasta convertirse en una ciencia tan oculta como la alquimia.

De eso ya han pasado 1508 años. Actualmente, de todos los habitantes del mundo de Ídem un 15% son practicantes, pero un día los grandes poderes resurgirán y la leyenda de las enseñanzas del Brainspirit resucitará…

* * *

Capitulo I

Desterrado

En algún lugar de este vasto mundo, 1508 DEPR.*

Toda historia tiene un comienzo, si es que uno puede comenzar una historia, pero esta no es sólo una historia… Es mi historia.

La verdad no recuerdo casi nada, cómo no he de estarlo, si anduve caminando durante cincuenta días y cuarenta y nueve noches errante en el desierto, sin descansar, sin dormir y sin comer, suplicando para que me den siquiera una gota de agua. A veces creo ver un bosque con un pozo entre medio; imaginándome que está lleno de agua me acerco, y cuando creo beber de esa refrescante agua cristalina, veo sólo arena, y me enojo porque era un maldito espejismo.

Creo que apenas puedo recordar mi nombre, mi edad (16) y como soy, a veces se me pasa por la cabeza una pregunta… ¿Cómo llegué hasta aquí? Y por primera vez en cincuenta días de estar viajando en el desierto me meto fijamente en mis pensamientos, mientras escribo mi diario. Creo recordar que salía de un lugar con mis cosas listas, lo único que traía era una mochila, y cuando salí un montón de gente me miraba atemorizada apuntándome con el dedo; al llegar al final de la ciudad, un señor viejo, vestido de negro y de lentes me recibió, me acompañó hasta las afueras de la ciudad y me empujó, volteando de regreso sin siquiera decir una palabra. “Creo que me desterraron por algo”, me dije, “Tal vez cometí un crimen horrible… No creo, yo no podría ser capaz de algo semejante. Puede que me hayan desterrado por un crimen que no cometí”.

Pero no importa, alzo un poco la vista y me encuentro con una sombra lejana, parecía un muro. Me dije: “No puede ser, ¿otro espejismo?”, pero de a poco la sombra iba tomando forma y empezaba a tener una visión más realista, pero yo aún no estaba convencido.

_______________________

* DEPR. : Después de la Primera Rebelión. (N. del A.)

Justo en las puertas del lugar encontré un guardia, me acerqué a el y le pregunté:

- Disculpe señor, pero… ¿este lugar es real?

- Tan real como tus ojos, muchacho. – Respondió – Estas en la aldea de Mozrich, en medio del desierto de Sathin, y como guardia de las puertas de la aldea te doy la bienvenida, forastero.

- ¡Oh, gracias al cielo! He estando errante durante 50 días y al fin encuentro una aldea, suplico que por favor me dé un poco de agua.

El guardia sacó de su bolsillo (mas bien, de su cinturón) una especie de botella pequeña, me la ofreció y me bebí el agua al seco. Luego dijo:

- Supongo que necesitas algo de ayuda, pareces muy cansado, y no tienes energías para mantenerte en pie, te subiré a mi zafgrel.*

Al momento el guardia me subió a la zafgrel y empezamos a andar.

- ¿A dónde me llevas? – Pregunté.

- Hay un lugar en donde puedes descansar pacíficamente, es una posada, además es la única que hay en la aldea, es famosa por su dueño, es muy amable. Bien creo que ya llegamos.

Nos detuvimos en una casa vieja de 2 pisos, era grande y bien construida, la pintura que había sobre ella hacía notar que estaba como nueva, pero por la estabilidad de la madera, se notaba que la construcción de La Posada del Diamante, como decía en el amplio letrero que colgaba desde arriba de la puerta, era de hacía muchos años.

____________________________

* Zafgrel: Medio de transporte usado en el planeta Ídem, parecido a una camioneta. (N. del A).

Entramos al lugar y nos encontramos en una especie de taberna que estaba incluida en la posada, y acompañé al guardia a una mesa que estaba cerca de la ventana. Un señor de bigote, gordo y de largos brazos se nos acercó diciendo.

- Sean bienvenidos a La Posada del Diamante, ¿Qué se les... - Tuvo que detenerse, ya que al mirar al guardia añadió - ¡Oh, discúlpeme oficial!, es que estaba atento en mis otros negocios, usted sabe.

Luego, dirigió su mirada hacia donde yo estaba, diciendo:

-¿Y qué tenemos por aquí? ¡Un bakrash!*

- ¿Un qué? – Pregunté.

- En Mozrich, llamamos “bakrash” a los forasteros; - Respondió el guardia, añadiendo - según la tradición, cada 7 días celebramos una fiesta de bienvenida a nuestros bakrash en toda la semana, y como tú eres el único recién llegado de la semana, serás nuestro invitado de honor en 2 días más.

- Bueno, ¿qué les sirvo? – Preguntó el posadero.

El guardia sacó un par de monedas y las entregó al posadero diciendo:

- Un jarro del “Especial Nº 3”.

- No tardo – Dijo el posadero y se marchó a su puesto.

Durante ese momento me sentí algo nervioso, pero se me fue quitando de a poco, y más cuando el guardia me miró, parece que quería conocerme más, ya que me dijo:

____________________

* Bakrash: Término utilizado para decir forastero, allegado, o huésped. (N. del A.)

- Estás muy cansado, supongo que esos cincuenta días que anduviste errante en el desierto afectaron algo a tu memoria, aunque no creo… ¿Cómo te llamas, muchacho? Supongo que puedes recordar tu nombre.

- ¿Mi… Mi… Nombre? – Pregunté mientras trataba de buscar en mi memoria cuál era mi nombre - Yo… Mi nombre es… Mi nombre es Shin, no puedo recordar mi apellido, pero no creo que importe.

- Shin… Bonito nombre, mi nombre es Aron, soy guardia de las puertas de Mozrich y oficial de la policía local de la aldea. ¿Y tú que haces?

Al instante vino el posadero a dejar un jarrón de vidrio lleno de un líquido rojo, pero se marcho después.

- Yo, - Respondí – soy un practicante.

- Es raro, nunca antes había oído esa palabra.

- Yo tampoco. Creo que un practicante es aquel que sabe usar a su antojo las enseñanzas de una ciencia oculta, se dice que el que lo maneja de verdad puede tener poderes espirituales, algo así como mágicos.

- Y tú… - Dijo Aron interesado en el tema - ¿Tienes esos poderes?

- Bueno… Si, pero soy apenas un principiante, estoy en lo básico, tengo poderes si, pero no sé cómo usarlos.

- ¿Y crees que me podrías enseñar esa ciencia oculta? – Preguntó Aron mientras servía dos vasos del refresco.

- Lamentablemente, sé que muy pocas personas en este mundo son practicantes, además es muy difícil, hasta para mí, a aprender a hacerlo bien.

- Bueno, ahora cambiando de tema, ¿por qué no bebes un poco de esto? – Me dijo, acercándome el vaso.

- No puedo beber alcohol.

- ¿Y quién dijo que te iba a dar alcohol? Esto es un refresco, pruébalo.

Tomé el vaso con mis manos, y me lo acerqué a mi boca bebiéndolo al seco. Era delicioso, sabía como jugo de frutillas, mezclado con miel y con un terrón de azúcar.

- Mmm, es bueno. – Dije cuando terminé.

Luego fuimos a hablar con el posadero, para que consiguiera una habitación.

- Señor, este muchacho necesita hospedarse en este lugar, ha estado errante en el desierto de Sathin durante 50 días y está muy cansado. – Dijo Aron.

- Bien. ¿Cuántos días quieres quedarte aquí, muchacho? – Me preguntó el posadero.

- Necesito quedarme lo suficiente como para recuperar mis energías, luego continuaré con mi viaje.

- Excelente, son 10 monedas por noche. Supongo que puedes pagar.

- Bueno… Lamentablemente, no tengo dinero.

- ¿Y entonces cómo quieres hospedarte si no tienes con que pagar?

Me di un tiempo para pensar, pero mi mente estaba en blanco, desde hace mucho tiempo que no tomaba una decisión rápida, cundo de repente se encendió una vela en mi cerebro que me dio una buena idea, ya que respondí lo siguiente:

- ¡Ya sé! Trabajaré para usted un tiempo y con lo que gane de mis propinas le pagaré lo que le debo, y lo que me sobre, me servirá para continuar con el viaje.

- Bien, está decidido, creo no me haría mal si tú me ayudaras a atender a los clientes en la taberna; esos tragos no se pueden servir solos, ¿sabías?

- Gracias, señor…

- Bannon, Señor Bannon.

- Mucho gusto, señor Bannon, mi nombre es Shin.

- Bueno, - Decía Aron despidiéndose – tengo que regresar a mi trabajo, señor Bannon, usted sabe, si mi jefe se entera me sacará del cargo. Adiós.

- Adiós Aron. – Dije, y luego volviendo la vista al señor Bannon dije - ¿Cuándo empiezo a trabajar?

- Por ahora debes reponer tus fuerzas, mañana amanecerás de maravilla y a tiempo para comenzar tu trabajo.

- Genial, hasta mañana, jefe.

Y es así como empieza mi historia, tracé una muy buena amistad en Mozrich, y creo que me quedaré aquí por lo menos cuatro días. Y eso no es todo, ya que mañana empezaran a conocerme el resto de la gente de la aldea.


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