viernes, enero 05, 2007

Bueno, aquí de nuevo escribiendo, pero despues de tanto tiempo, he decidido copiar esto que tenía hecho en word y colocarlo aquí. Es el prólogo y capítulo 1 del libro que escribí y que ya me falta un poco para terminarlo.

Maestros de la Guardia de Cristal

Autor: Elliot R. Sawyer.

Prólogo

Desde hace mucho, mucho tiempo existía un tipo de sabiduría mágica que todos conocían, llamada Brainspirit. Este tipo de sabiduría fue enseñada por un hombre muy sabio llamado Gaios.

Se decía antiguamente que Gaios nació desde las sombras en un lugar que nadie del vasto mundo de Ídem conocía. Gaios era un anciano, siempre andaba descalzo y era muy bondadoso.

La sabiduría del Brainspirit era conocida en todo lugar, se decía que la persona que dominaba la sabiduría de Gaios a la perfección se convertía en un “Practicante” que podría ser capaz de tener poderes espirituales y controlarlos a su antojo. Como por ejemplo podría quemar un bosque entero si se lo proponía y hasta mover las montañas, curar enfermedades mortales e incluso convocar por medio de cortos rituales a unos monstruos mitológicos, propios del mundo de Ídem.

Pero hubo un tiempo en que Gaios tuvo que escoger a los mejores discípulos, aquellos que dominaban el Brainspirit tan bien como él; esos practicantes pasaron a ser héroes insuperables en el manejo de la sabiduría, fueron llamados los “Maestros de la Guardia Dorada”.

Pasaron exactamente 200 años, Gaios todavía estaba vivo, pero gravemente enfermo, justo cuando unos monstruos desconocidos que llegaron desde el mismo lugar que venía él, devastaron el mundo, comenzaba una época de

Tiranía, tinieblas y oscuridad.

Cuando los Maestros de la Guardia Dorada se enteraron, le avisaron a Gaios, en ese instante forjó una espada mágica con sus propias manos, y cuando acabó luchó fieramente con los monstruos sin importarle su enfermedad, pero desgraciadamente murió en combate.

Sus discípulos, lo enterraron en la cima del monte más alto de este mundo, el monte Longinus, que actualmente se dice que es un lugar sagrado en donde lo enterraron con todas sus pertenencias, incluyendo su espada que lleva el mismo nombre del monte.

Un día después de su muerte comenzó un mes en que las batallas continuaron, la lucha se hizo muchísimo más sangrienta. Los Maestros de la Guardia Dorada tenían muchas victorias, con contadas derrotas; pero ese mes fue muy decisivo para la existencia de la sabiduría del Brainspirit, ese mes fue conocido como “La Primera Rebelión”.

Según la historia, el último día de ese mes fue la batalla final, todos los maestros que quedaban unieron sus poderes y derrotaron al rey de los monstruos llamado King Eaco, pero luego una gran explosión sucumbió el mundo, y casi se destruye si no fuera por un acontecimiento increíble.

El espíritu de Gaios descendió de los cielos y detuvo la explosión diciendo:

- Si en el futuro una persona es capaz de emplear mi sabiduría mejor que yo, vivirá para siempre en mi palacio en el cielo y será el único maestro, el Maestro de la Guardia de Cristal.

Y desapareció.

La explosión se detuvo al instante, pero lamentablemente todos los Maestros de la Guardia Dorada supuestamente murieron. Fue así como poco a poco las enseñanzas de Gaios fueron desapareciendo hasta convertirse en una ciencia tan oculta como la alquimia.

De eso ya han pasado 1508 años. Actualmente, de todos los habitantes del mundo de Ídem un 15% son practicantes, pero un día los grandes poderes resurgirán y la leyenda de las enseñanzas del Brainspirit resucitará…

* * *

Capitulo I

Desterrado

En algún lugar de este vasto mundo, 1508 DEPR.*

Toda historia tiene un comienzo, si es que uno puede comenzar una historia, pero esta no es sólo una historia… Es mi historia.

La verdad no recuerdo casi nada, cómo no he de estarlo, si anduve caminando durante cincuenta días y cuarenta y nueve noches errante en el desierto, sin descansar, sin dormir y sin comer, suplicando para que me den siquiera una gota de agua. A veces creo ver un bosque con un pozo entre medio; imaginándome que está lleno de agua me acerco, y cuando creo beber de esa refrescante agua cristalina, veo sólo arena, y me enojo porque era un maldito espejismo.

Creo que apenas puedo recordar mi nombre, mi edad (16) y como soy, a veces se me pasa por la cabeza una pregunta… ¿Cómo llegué hasta aquí? Y por primera vez en cincuenta días de estar viajando en el desierto me meto fijamente en mis pensamientos, mientras escribo mi diario. Creo recordar que salía de un lugar con mis cosas listas, lo único que traía era una mochila, y cuando salí un montón de gente me miraba atemorizada apuntándome con el dedo; al llegar al final de la ciudad, un señor viejo, vestido de negro y de lentes me recibió, me acompañó hasta las afueras de la ciudad y me empujó, volteando de regreso sin siquiera decir una palabra. “Creo que me desterraron por algo”, me dije, “Tal vez cometí un crimen horrible… No creo, yo no podría ser capaz de algo semejante. Puede que me hayan desterrado por un crimen que no cometí”.

Pero no importa, alzo un poco la vista y me encuentro con una sombra lejana, parecía un muro. Me dije: “No puede ser, ¿otro espejismo?”, pero de a poco la sombra iba tomando forma y empezaba a tener una visión más realista, pero yo aún no estaba convencido.

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* DEPR. : Después de la Primera Rebelión. (N. del A.)

Justo en las puertas del lugar encontré un guardia, me acerqué a el y le pregunté:

- Disculpe señor, pero… ¿este lugar es real?

- Tan real como tus ojos, muchacho. – Respondió – Estas en la aldea de Mozrich, en medio del desierto de Sathin, y como guardia de las puertas de la aldea te doy la bienvenida, forastero.

- ¡Oh, gracias al cielo! He estando errante durante 50 días y al fin encuentro una aldea, suplico que por favor me dé un poco de agua.

El guardia sacó de su bolsillo (mas bien, de su cinturón) una especie de botella pequeña, me la ofreció y me bebí el agua al seco. Luego dijo:

- Supongo que necesitas algo de ayuda, pareces muy cansado, y no tienes energías para mantenerte en pie, te subiré a mi zafgrel.*

Al momento el guardia me subió a la zafgrel y empezamos a andar.

- ¿A dónde me llevas? – Pregunté.

- Hay un lugar en donde puedes descansar pacíficamente, es una posada, además es la única que hay en la aldea, es famosa por su dueño, es muy amable. Bien creo que ya llegamos.

Nos detuvimos en una casa vieja de 2 pisos, era grande y bien construida, la pintura que había sobre ella hacía notar que estaba como nueva, pero por la estabilidad de la madera, se notaba que la construcción de La Posada del Diamante, como decía en el amplio letrero que colgaba desde arriba de la puerta, era de hacía muchos años.

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* Zafgrel: Medio de transporte usado en el planeta Ídem, parecido a una camioneta. (N. del A).

Entramos al lugar y nos encontramos en una especie de taberna que estaba incluida en la posada, y acompañé al guardia a una mesa que estaba cerca de la ventana. Un señor de bigote, gordo y de largos brazos se nos acercó diciendo.

- Sean bienvenidos a La Posada del Diamante, ¿Qué se les... - Tuvo que detenerse, ya que al mirar al guardia añadió - ¡Oh, discúlpeme oficial!, es que estaba atento en mis otros negocios, usted sabe.

Luego, dirigió su mirada hacia donde yo estaba, diciendo:

-¿Y qué tenemos por aquí? ¡Un bakrash!*

- ¿Un qué? – Pregunté.

- En Mozrich, llamamos “bakrash” a los forasteros; - Respondió el guardia, añadiendo - según la tradición, cada 7 días celebramos una fiesta de bienvenida a nuestros bakrash en toda la semana, y como tú eres el único recién llegado de la semana, serás nuestro invitado de honor en 2 días más.

- Bueno, ¿qué les sirvo? – Preguntó el posadero.

El guardia sacó un par de monedas y las entregó al posadero diciendo:

- Un jarro del “Especial Nº 3”.

- No tardo – Dijo el posadero y se marchó a su puesto.

Durante ese momento me sentí algo nervioso, pero se me fue quitando de a poco, y más cuando el guardia me miró, parece que quería conocerme más, ya que me dijo:

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* Bakrash: Término utilizado para decir forastero, allegado, o huésped. (N. del A.)

- Estás muy cansado, supongo que esos cincuenta días que anduviste errante en el desierto afectaron algo a tu memoria, aunque no creo… ¿Cómo te llamas, muchacho? Supongo que puedes recordar tu nombre.

- ¿Mi… Mi… Nombre? – Pregunté mientras trataba de buscar en mi memoria cuál era mi nombre - Yo… Mi nombre es… Mi nombre es Shin, no puedo recordar mi apellido, pero no creo que importe.

- Shin… Bonito nombre, mi nombre es Aron, soy guardia de las puertas de Mozrich y oficial de la policía local de la aldea. ¿Y tú que haces?

Al instante vino el posadero a dejar un jarrón de vidrio lleno de un líquido rojo, pero se marcho después.

- Yo, - Respondí – soy un practicante.

- Es raro, nunca antes había oído esa palabra.

- Yo tampoco. Creo que un practicante es aquel que sabe usar a su antojo las enseñanzas de una ciencia oculta, se dice que el que lo maneja de verdad puede tener poderes espirituales, algo así como mágicos.

- Y tú… - Dijo Aron interesado en el tema - ¿Tienes esos poderes?

- Bueno… Si, pero soy apenas un principiante, estoy en lo básico, tengo poderes si, pero no sé cómo usarlos.

- ¿Y crees que me podrías enseñar esa ciencia oculta? – Preguntó Aron mientras servía dos vasos del refresco.

- Lamentablemente, sé que muy pocas personas en este mundo son practicantes, además es muy difícil, hasta para mí, a aprender a hacerlo bien.

- Bueno, ahora cambiando de tema, ¿por qué no bebes un poco de esto? – Me dijo, acercándome el vaso.

- No puedo beber alcohol.

- ¿Y quién dijo que te iba a dar alcohol? Esto es un refresco, pruébalo.

Tomé el vaso con mis manos, y me lo acerqué a mi boca bebiéndolo al seco. Era delicioso, sabía como jugo de frutillas, mezclado con miel y con un terrón de azúcar.

- Mmm, es bueno. – Dije cuando terminé.

Luego fuimos a hablar con el posadero, para que consiguiera una habitación.

- Señor, este muchacho necesita hospedarse en este lugar, ha estado errante en el desierto de Sathin durante 50 días y está muy cansado. – Dijo Aron.

- Bien. ¿Cuántos días quieres quedarte aquí, muchacho? – Me preguntó el posadero.

- Necesito quedarme lo suficiente como para recuperar mis energías, luego continuaré con mi viaje.

- Excelente, son 10 monedas por noche. Supongo que puedes pagar.

- Bueno… Lamentablemente, no tengo dinero.

- ¿Y entonces cómo quieres hospedarte si no tienes con que pagar?

Me di un tiempo para pensar, pero mi mente estaba en blanco, desde hace mucho tiempo que no tomaba una decisión rápida, cundo de repente se encendió una vela en mi cerebro que me dio una buena idea, ya que respondí lo siguiente:

- ¡Ya sé! Trabajaré para usted un tiempo y con lo que gane de mis propinas le pagaré lo que le debo, y lo que me sobre, me servirá para continuar con el viaje.

- Bien, está decidido, creo no me haría mal si tú me ayudaras a atender a los clientes en la taberna; esos tragos no se pueden servir solos, ¿sabías?

- Gracias, señor…

- Bannon, Señor Bannon.

- Mucho gusto, señor Bannon, mi nombre es Shin.

- Bueno, - Decía Aron despidiéndose – tengo que regresar a mi trabajo, señor Bannon, usted sabe, si mi jefe se entera me sacará del cargo. Adiós.

- Adiós Aron. – Dije, y luego volviendo la vista al señor Bannon dije - ¿Cuándo empiezo a trabajar?

- Por ahora debes reponer tus fuerzas, mañana amanecerás de maravilla y a tiempo para comenzar tu trabajo.

- Genial, hasta mañana, jefe.

Y es así como empieza mi historia, tracé una muy buena amistad en Mozrich, y creo que me quedaré aquí por lo menos cuatro días. Y eso no es todo, ya que mañana empezaran a conocerme el resto de la gente de la aldea.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Se nota que es una historia muy prometedora, espero que la sigas pues me ha gustado bastante.tiene ciertos toques o aires de los caballeros del zodiaco por aquellos del brainstorm y todo eso pero esta muy bien, espero lo continuacion!!

Elliot Reginald Sawyer dijo...

Es Brainspirit, xD

A ver si mañana pongo el capítulo 2.

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